Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura del libro de la Sabiduría 13, 1-9

Son necios por naturaleza todos los hombres que han ignorado a Dios y no han sido capaces de conocer al que es a partir de los bienes visibles, ni de reconocer al artífice fijándose en sus obras, sino que tuvieron por dioses al fuego, al viento, al aire ligero, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa y a los luceros del cielo, regidores del mundo. Si, cautivados por su hermosura, los creyeron dioses, sepan cuánto los aventaja su Señor, pues los creó el mismo autor de la belleza. Y si los asombró su poder y energía, calculen cuánto más poderoso es quien los hizo, pues por la grandeza y hermosura de las criaturas se descubre por analogía a su creador. Con todo, estos merecen un reproche menor, pues a lo mejor andan extraviados, buscando a Dios y queriéndolo encontrar. Dan vueltas a sus obras, las investigan y quedan seducidos por su apariencia, porque es hermoso lo que ven. Pero ni siquiera estos son excusables, porque, si fueron capaces de saber tanto que pudieron escudriñar el universo, ¿cómo no encontraron antes a su Señor?

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 19, 2-5

R. El cielo proclama la gloria de Dios.

El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra / R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje / R.

Aclamación antes del Evangelio (Lc 21, 28)

Levántense, alcen la cabeza: se acerca su liberación.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37

“El día que se manifieste el Hijo del hombre”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban los hombres y las mujeres tomaban esposo, hasta el día en que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos. Asimismo, como sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, sembraban, construían; pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos. Así sucederá el día que se revele el Hijo del hombre. Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en casa no baje a recogerlas; igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. Acuérdense de la mujer de Lot. El que pretenda guardar su vida, la perderá; y el que la pierda, la recobrará. Les digo que aquella noche estarán dos juntos: a uno se lo llevarán y al otro lo dejarán; estarán dos moliendo juntas: a una se la llevarán y a la otra la dejarán”. Ellos le preguntaron: “¿Dónde, Señor?”. Él les dijo: “Donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura del libro de la Sabiduría 7, 22 – 8, 1

La sabiduría posee un espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil, ágil, penetrante, inmaculado, diáfano, invulnerable, amante del bien, agudo, incoercible, benéfico, amigo de los hombres, firme, seguro, sin inquietudes, que todo lo puede, todo lo observa, y penetra todos los espíritus, los inteligentes, los puros, los más sutiles. La sabiduría es más móvil que cualquier movimiento y en virtud de su pureza, lo atraviesa y lo penetra todo. Es efluvio del poder de Dios, emanación pura de la gloria del Omnipotente; por eso, nada manchado la alcanza. Es irradiación de la luz eterna, espejo límpido de la actividad de Dios e imagen de su bondad. Aun siendo una sola, todo lo puede; sin salir de sí misma, todo lo renueva y, entrando en las almas buenas de cada generación, va haciendo amigos de Dios y profetas. Pues Dios solo ama a quien convive con la sabiduría. Ella es más bella que el sol y supera a todas las constelaciones. Comparada con la luz del día, sale vencedora, porque la luz deja paso a la noche, mientras que a la sabiduría no la domina el mal. Se despliega con vigor de un confín a otro y todo lo gobierna con acierto.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 119, 89-91. 130. 135. 175

R. Tu Palabra, Señor, es eterna.

Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo / R.
Tu fidelidad, de generación en generación; fundaste la tierra y permanece / R.
Por tu mandamiento subsisten hasta hoy, porque todo está a tu servicio / R.
La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes / R.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus decretos / R.
Que mi alma viva para alabarte, que tus mandamientos me auxilien / R.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 15, 5)

Yo soy la vid, ustedes los sarmientos –dice el Señor–; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 20-25

“El reino de Dios está en medio de ustedes”

En aquel tiempo, los fariseos preguntaron a Jesús: “¿Cuándo va a llegar el reino de Dios?”. Él les contestó: “El reino de Dios no viene aparatosamente, ni dirán: ‘Está aquí’ o ‘está allí’, porque, miren, el reino de Dios está en medio de ustedes”. Dijo a sus discípulos: “Vendrán días en que desearán ver un solo día del Hijo del hombre, y no lo verán. Entonces se les dirán: ‘Está aquí’ o ‘está allí’; no vayan ni corran detrás, pues como el fulgor del relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su día. Pero primero es necesario que padezca mucho y sea reprobado por esta generación”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura del libro de la Sabiduría 6, 1-11

Escuchen, reyes, y entiendan; aprendan, gobernantes de los confines de la tierra. Presten atención, los que dominan multitudes y se sienten orgullosos de tener muchos súbditos: el poder les viene del Señor y la soberanía del Altísimo. Él examinará sus acciones y sondeará sus intenciones. Porque, siendo ministros de su reino, no gobernaron rectamente, ni guardaron la ley, ni actuaron según la voluntad de Dios. Terrible y repentino caerá sobre ustedes, porque un juicio implacable espera a los grandes. Al más pequeño se le perdona por piedad, pero los poderosos serán examinados con rigor. El Dios de todo no teme a nadie, ni lo intimida la grandeza, pues Él hizo al pequeño y al grande y de todos cuida por igual, pero a los poderosos les espera un control riguroso. A ustedes, soberanos, dirijo mis palabras, para que aprendan sabiduría y no pequen. Los que cumplen santamente las leyes divinas serán santificados, y los que se instruyen en ellas encontrarán en ellas su defensa. Así, pues, deseen mis palabras; anhélenlas y recibirán instrucción.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 82, 3-4. 6-7

R. Levántate, oh Dios, y juzga la tierra.

“Protejan al desvalido y al huérfano, hagan justicia al humilde y al necesitado, defiendan al pobre y al indigente, sacándolos de las manos del culpable” / R.
Yo declaro: “Aunque sean dioses e hijos del Altísimo todos, morirán como cualquier hombre, caerán, príncipes, como uno de tantos” / R.

Aclamación antes del Evangelio (1 Ts 5, 18)

Den gracias en toda ocasión: Esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de ustedes.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19

“¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?”

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”. Al verlos, les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano. Jesús, tomó la palabra y dijo: “¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?”. Y le dijo: “Levántate, vete; tu fe te ha salvado”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura del libro de la Sabiduría 2, 23 – 3, 9

Dios creó al hombre incorruptible y lo hizo a imagen de su propio ser; mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los de su bando. En cambio, la vida de los justos está en manos de Dios, y ningún tormento los alcanzará. Los insensatos pensaban que habían muerto, y consideraban su tránsito como una desgracia, y su salida de entre nosotros, una ruina, pero ellos están en paz. Aunque la gente pensaba que cumplían una pena, su esperanza estaba llena de inmortalidad. Sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes bienes, porque Dios los puso a prueba y los halló dignos de Él. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como sacrificio de holocausto. En el día del juicio resplandecerán y se propagarán como chispas en un rastrojo. Gobernarán naciones, someterán pueblos y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en Él comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque la gracia y la misericordia son para sus devotos y la protección para sus elegidos.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 34, 2-3. 16-19

R. Bendigo al Señor en todo momento.

Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren / R.
Los ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; pero el Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria / R.
Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias; el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos / R.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 14, 23)

El que me ama guardará mi Palabra –dice el Señor–, y mi Padre lo amará, y vendremos a Él.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 7-10

“Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”

En aquel tiempo, dijo el Señor: “¿Quién de ustedes, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: ‘Enseguida, ven y ponte a la mesa’? ¿No le dirán más bien: ‘Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú’? ¿Acaso tienen que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo ustedes: cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, digan: ‘Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer’”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Comienzo del libro de la Sabiduría 1, 1-7

Amen la justicia, gobernantes de la tierra, piensen correctamente del Señor y búsquenlo con sencillez de corazón. Porque se manifiesta a los que no le exigen pruebas y se revela a los que no desconfían de Él. Los pensamientos retorcidos alejan de Dios y el poder, puesto a prueba, confunde a los necios. La sabiduría no entra en alma perversa, ni habita en cuerpo sometido al pecado. Pues el espíritu educador y santo huye del engaño, se aleja de los pensamientos necios y es ahuyentado cuando llega la injusticia. La sabiduría es un espíritu amigo de los hombres que no deja impune al blasfemo: inspecciona las entrañas, vigila atentamente el corazón y cuanto dice la lengua. Pues el espíritu del Señor llena la tierra, todo lo abarca y conoce cada sonido.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 139, 1-10

R. Guíame, Señor, por el camino eterno.

Señor, tú me sondeas y me conoces. Me conoces cuando me siento o me levanto, de lejos penetras mis pensamientos; distingues mi camino y mi descanso. Todas mis sendas te son familiares / R.
No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, Señor, te la sabes toda. Me estrechas detrás y delante, me cubres con tu palma. Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco / R.
¿A dónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro / R.
Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha /
.

Aclamación antes del Evangelio (Flp 2, 15d. 16a)

Brillan como lumbreras del mundo, manteniendo firme la palabra de la vida.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 1-6

“Si siete veces en un día vuelve a decirte: ‘Me arrepiento’, lo perdonarás”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Es imposible que no haya escándalos; pero, ¡ay de quien los provoca! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tengan cuidado. Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: ‘Me arrepiento’, lo perdonarás”. Los apóstoles le dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El Señor dijo: “Si tuvieran fe como un granito de mostaza, dirían a esa morera: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y les obedecería”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la profecía de Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12

En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante –el templo miraba a levante–. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar. Me sacó por la puerta septentrional y me llevó a la puerta exterior que mira a levante. El agua iba corriendo por el lado derecho. Me dijo: “Estas aguas fluyen hacia la comarca levantina, bajarán hasta la estepa, desembocarán en el mar de las aguas salobres, y lo sanearán. Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente. A la vera del río, en sus dos riberas, crecerán toda clase de frutales; no se marchitarán sus hojas ni sus frutos se acabarán; darán cosecha nueva cada luna, porque los riegan aguas que manan del santuario; su fruto será comestible y sus hojas medicinales”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 46, 2-3. 5-6. 8-9

R. El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, poderoso defensor en el peligro. Por eso no tememos aunque tiemble la tierra, y los montes se desplomen en el mar / R.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada. Teniendo a Dios en medio, no vacila; Dios la socorre al despuntar la aurora / R.
El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob. Vengan a ver las obras del Señor, las maravillas que hace en la tierra: pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe / R.

Segunda Lectura

Lectura de la Primera Carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 9c-11. 16-17

Hermanos: Son edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. ¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo son ustedes.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Aclamación antes del Evangelio (2 Cr 7, 16)

Elijo y consagro este templo –dice el Señor– para que esté en él mi nombre eternamente.

Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-22

Hablaba del templo de su cuerpo

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten esto de aquí; no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: “El celo de tu casa me devora”. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: “¿Qué signos nos muestras para obrar así?”. Jesús contestó: “Destruyan este templo, y en tres días lo levantaré”. Los judíos replicaron: “Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 16, 3-9. 16. 22-27

Hermanos: Saluden a Prisca y Áquila, mis colaboradores en la obra de Cristo Jesús, que expusieron sus cabezas para salvar mi vida; no soy yo solo quien les está agradecido, también todas las Iglesias de los gentiles. Saluden asimismo a la Iglesia que se reúne en su casa. Saluden a mi querido Epéneto, primicias de Asia para Cristo. Saluden a María, que con tanto afán ha trabajado en favor de ustedes. Saluden a Andrónico y a Junia, mis parientes y compañeros de prisión, que son ilustres entre los apóstoles y además llegaron a Cristo antes que yo. Saluden a Ampliato, a quien quiero en el Señor. Saluden a Urbano, colaborador nuestro en la obra de Cristo, y a mi querido Estaquio. Salúdense unos a otros con el beso santo. Los saludan todas las Iglesias de Cristo. Yo, Tercio, que escribo la carta, los saludo en el Señor. Los saluda Gayo, que me hospeda a mí y a toda esta Iglesia. Los saluda Erasto, tesorero de la ciudad, y Cuarto, el hermano. Al que puede consolidarlos según mi Evangelio y el mensaje de Jesucristo que proclamo, conforme a la revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora mediante las Escrituras proféticas, dado a conocer según disposición del Dios eterno para que todas las gentes llegaran a la obediencia de la fe; a Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 145, 2-5. 10-11

R. Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.

Día tras día, te bendeciré y alabaré tu nombre por siempre jamás. Grande es el Señor, merece toda alabanza, es incalculable su grandeza / R.
Una generación pondera tus obras a la otra, y le cuenta tus hazañas. Alaban ellos la gloria de tu majestad, y yo repito tus maravillas / R.
Que todas las criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles. Que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas / R.

Aclamación antes del Evangelio (2Co 8, 9)

Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre, para enriquecerlos con su pobreza.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 16, 9-15

“Si no fueron fieles en la riqueza injusta, ¿quién les confiará la verdadera?”

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: “Gánense amigos con el dinero de iniquidad, para que, cuando les falte, los reciban en las moradas eternas. El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel; el que es injusto en lo poco, también en lo mucho es injusto. Pues, si no fueron fieles en la riqueza injusta, ¿quién les confiará la verdadera? Si no fueron fieles en lo ajeno, ¿lo de ustedes, quién se lo dará? Ningún siervo puede servir a dos señores, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No pueden servir a Dios y al dinero”. Los fariseos, que eran amigos del dinero, estaban escuchando todo esto y se burlaban de Él. Y les dijo: “Ustedes se las dan de justos delante de los hombres, pero Dios conoce sus corazones, pues lo que es sublime entre los hombres es abominable ante Dios”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 15, 14-21

Respecto a ustedes, hermanos, yo personalmente estoy convencido de que rebosan buena voluntad y de que tienen suficiente saber para aconsejarse unos a otros. Pese a todo, les he escrito, propasándome a veces un poco, para reavivar sus recuerdos. Lo he hecho en virtud de la gracia que Dios me ha otorgado: ser ministro de Cristo Jesús para con los gentiles, ejerciendo el oficio sagrado del Evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles, consagrada por el Espíritu Santo, sea agradable. Así pues, tengo de qué gloriarme en Cristo y en relación con las cosas que tocan a Dios. En efecto, no me atreveré a hablar de otra cosa que no sea lo que Cristo hace a través de mí en orden a la obediencia de los gentiles, con mis palabras y acciones, con la fuerza de signos y prodigios, con la fuerza del Espíritu de Dios. Tanto que, en todas direcciones, partiendo de Jerusalén y llegando hasta la Iliria, he completado el anuncio del Evangelio de Cristo. Pero considerando una cuestión de honor no anunciar el Evangelio más que allí donde no se haya pronunciado aún el nombre de Cristo, para no construir sobre cimiento ajeno; sino como está escrito: “Los que no tenían noticia lo verán, los que no habían oído comprenderán”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 98, 1-4

R. El Señor revela a las naciones su victoria.

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo / R.
El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel / R.
Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen / R.

Aclamación antes del Evangelio (1Jn 2, 5)

Quien guarda la Palabra de Cristo, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8

“Los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz”

En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: “Un hombre rico tenía un administrador, a quien acusaron ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: ‘¿Qué es eso que estoy oyendo de ti? Dame cuenta de tu administración, porque en adelante no podrás seguir administrando’. El administrador se puso a decir para sí: ‘¿Qué voy a hacer, pues mi señor me quita la administración? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa’. Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi amo?’. Este respondió: ‘Cien barriles de aceite’. Él le dijo: ‘Toma tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta’. Luego dijo a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’. Él dijo: ‘Cien fanegas de trigo’. Le dice: ‘Toma tu recibo y escribe ochenta’. Y el amo alabó al administrador injusto, porque había actuado con astucia. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su propia gente que los hijos de la luz”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 14, 7-12

Hermanos: Ninguno de nosotros vive para sí mismo y ninguno muere para sí mismo. Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que, ya vivamos ya muramos, somos del Señor. Pues para esto murió y resucitó Cristo: para ser Señor de muertos y vivos. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? De hecho, todos compareceremos ante el tribunal de Dios, pues está escrito: “¡Por mi vida!, dice el Señor, ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua alabará a Dios”. Así pues, cada uno de nosotros dará cuenta de sí mismo a Dios.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 27, 1. 4. 13-14

R. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar? / R.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo / R.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor / R.

Aclamación antes del Evangelio (Mt 11, 28)

Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados –dice el Señor–, y yo los aliviaré.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 15, 1-10

“Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta”

En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: “Ese acoge a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo esta parábola: “¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: ‘¡Alégrense conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido’. Les digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. O, ¿qué mujer que tiene diez monedas, si se le pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca con cuidado, hasta que la encuentra? Y, cuando la encuentra, reúne a las amigas y a las vecinas y les dice: ‘¡Alégrense conmigo!, he encontrado la moneda que se me había perdido’. Les digo que la misma alegría tendrán los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 13, 8-10

Hermanos: A nadie le deban nada, más que el amor mutuo; porque el que ama ha cumplido el resto de la ley. De hecho, el “no cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás” y cualquiera de los otros mandamientos, se resume en esto: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El amor no hace mal a su prójimo; por eso la plenitud de la ley es el amor.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 112, 1-2. 4-5. 9

R. Dichoso el que se apiada y presta.

Dichoso quien teme al Señor y ama de corazón sus mandatos. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita / R.
En las tinieblas brilla como una luz el que es justo, clemente y compasivo. Dichoso el que se apiada y presta, y administra rectamente sus asuntos / R.
Reparte limosna a los pobres; su caridad dura por siempre y alzará la frente con dignidad / R.

Aclamación antes del Evangelio (1 P 4, 14)

Si los ultrajan por el nombre de Cristo, bienaventurados ustedes, porque el Espíritu de Dios reposa sobre ustedes.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33

“Aquel que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; Él se volvió y les dijo: “Si alguno viene a mí y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío. Quien no carga con su cruz y viene en pos de mí, no puede ser discípulo mío. Así, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: ‘Este hombre empezó a construir y no pudo acabar’. ¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que lo ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz. Así pues, todo aquel de entre ustedes que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

Paulinas Colombia Ecuador
Calle 161 A No. 15 - 50 Bogotá - Colombia
Tel: +57 (601) 528 7444 
Cel: +57 313 887 1618
Correo: [email protected]
Cel: +57 315 345 7465

Conecta con nosotros en:

2025 Instituto Misionero Hijas de San Pablo - Paulinas
Paulinas Colombia
Todos los derechos reservados | web by nobacom.com
phone-handsetchevron-down