26 de Julio

Escucha La Palabra de Dios para cada día

Primera Lectura

Lectura del libro de Jeremías 3, 14-17
Vuelvan, hijos apóstatas –oráculo del Señor–, que yo soy su dueño. Los iré reuniendo a uno de cada ciudad, a dos de cada tribu, y los traeré a Sion. Les daré pastores, según mi corazón, que los apacienten con ciencia y experiencia. Se multiplicarán y crecerán en el país. Y en aquellos días –oráculo del Señor– ya no se hablará del Arca de la Alianza del Señor: no se recordará ni se mencionará; nadie la echará de menos, ni se volverá a construir otra. En aquel tiempo llamarán a Jerusalén “Trono del Señor”. Todas las naciones se incorporarán a ella en el nombre de “El Señor que está
en Jerusalén”, y ya no se dejarán guiar por su corazón perverso y obstinado.

L: Palabra de Dios.

T: Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Jr 31, 10-13

R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.
Escuchen, pueblos, la Palabra del Señor, anúncienla en las islas remotas: “El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como un pastor a su rebaño” / R.
“Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte”. Vendrán con aclamaciones a la altura de Sion, afluirán hacia los bienes del Señor / R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas / R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Cf. Lc 8, 15)

“Bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia”.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 18-23

“El que escucha la Palabra y la entiende, ese da fruto”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Ustedes, pues, oigan lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha  la palabra del Reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe. Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que
escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno”.

S: Palabra del Señor.

T: Gloria a ti, Señor Jesús.

¿Requiere asesoria? Activar chat