fbpx

6 de Octubre

“Pidan y se les dará”

(Lucas 11, 5-13)

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

El Evangelio de hoy nos presenta dos imágenes: el amigo insistente y el padre bueno con sus hijos. Podemos caer en la tentación de creer que la oración tiene poderes mágicos y que podemos pedirle a Dios lo que se nos ocurre. Lucas es enfático en esto; lo que se recibe en la oración de petición es el don del “Espíritu Santo”. El Espíritu nos enseña la pedagogía exacta para aprender a orar y a pedir. La oración ha de hacernos más conscientes del papel que juega Dios en nuestra vida y de lo que nosotros estamos llamados a realizar.

Si pedimos al Padre que nos dé el Espíritu Santo, este mismo Espíritu nos dará y nos enseñará a orar al mismo tiempo que irá orientando nuestros pasos y nuestras acciones. Nos conviene revisar nuestra oración de petición. Porque eso es, en definitiva, revisar nuestra fe, nuestra confianza y lo que representa Jesús en nuestra vida. Y, en última instancia, lo que para nosotros representa Dios.

Reflexionemos:  Hago el esfuerzo de salir de mi mismo, para que mis oraciones no se limiten solamente a la petición?

Oremos:  Señor nos reconocemos débiles, frágiles; no sabemos pedir como conviene. Perdónanos porque a veces se nos olvida pedir el Espíritu Santo por estar pidiendo cosas cuando la única necesaria es tu Santo Espíritu.

Recordemos:  Pedir con insistencia y constantemente el Espíritu Santo a Dios.

Actuemos: ¡Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden! Repitamos esta frase hasta interiorizarla, hacerla nuestra.

Profundicemos:  ¿Espero con paciencia a que el Señor abra la puerta de mi corazón? Porque «Somos débiles, pero el Espíritu viene en nuestra ayuda.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

¿Requiere asesoria? Activar chat

×