2 de diciembre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura de la profecía de Daniel 7, 15-27

Yo, Daniel, me sentía agitado por dentro, y me turbaban las visiones de mi mente. Me acerqué a uno de los que estaban allí en pie y le pedí que me explicase todo aquello. Él me contestó exponiéndome la interpretación de la visión: “Esas cuatro bestias gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán para siempre por los siglos de los siglos”. Yo quise saber qué significaba la cuarta bestia, distinta de las demás, terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba, y pateaba las sobras con las pezuñas, y qué significaban los diez cuernos de su cabeza, y el otro cuerno y que le salía y eliminaba a otros tres; aquel cuerno que tenía ojos y una boca que profería insolencias, y era más grande que sus compañeros. Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó. Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo; se cumplió el tiempo y los santos tomaron posesión del reino. Después me dijo: “La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra, distinto de todos los demás; devorará toda la tierra, la trillará y triturará. Sus diez cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino; después de ellos vendrá otro distinto que destronará a tres reyes, blasfemará contra el Altísimo e intentará aniquilar a los santos del Altísimo y cambiar el calendario y la ley. Los santos serán abandonados a su poder durante un año, dos años y medio año. Pero cuando se siente el tribunal a juzgar, se le quitará el poder y será destruido y aniquilado totalmente. El reinado, el dominio y la grandeza de todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo. Su reino será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo responsorial Dn 3, 82-87

R. ¡Ensálcenlo con himnos por los siglos!

Hijos de los hombres, bendigan al Señor / R.
Bendiga Israel al Señor / R.
Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor / R.
Siervos del Señor, bendigan al Señor / R.
Almas y espíritus justos, bendigan al Señor / R.
Santos y humildes de corazón, bendigan al Señor / R.

Aclamación antes del Evangelio (Lc 21, 36)

“Estén despiertos en todo tiempo, pidiendo mantenerse en pie ante el Hijo del hombre”.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 34-36

“Estén despiertos, para que puedan escapar de todo lo que está por suceder”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Tengan cuidado de ustedes, no sea que se emboten sus corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se les eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estén, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que puedan escapar de todo lo que está por suceder y mantenerse en pie ante el hijo del hombre”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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