Octava de Pascua.
“Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio”
(Marcos 16, 9-15)
Permitamos que la Palabra del Señor toque nuestra vida
Hemos escuchado cómo Marcos al final de su evangelio hace un resumen de todas las apariciones del Señor Resucitado y termina con el envío misionero de Jesús a los discípulos: “vayan y proclamen el evangelio al mundo entero”. Haciendo así nos deja claro que es la experiencia de nuestro encuentro personal con el Señor lo que nos hace testigos de su resurrección.
Nos sorprende ver cómo Jesús antes de confiar a los discípulos esta gran misión la misión, les reprocha su incredulidad; pero de ningún modo les retira la confianza que había depositado en ellos. A pesar de todo, serán ellos lo que continuarán Su misión en este mundo; porque El enviará el Espíritu Santo que los acompañará, impulsará y sostendrá el cumplimiento de la misión que les ha confiado; a ellos y a los discípulos de todos los tiempos.
Qué consolador es ver cómo Jesús ha confiado el anuncio de la salvación en nuestras manos frágiles. ¡Cuánta ternura de su parte, y cuánto estímulo y responsabilidad para nosotros.
Reflexionemos:
Preguntémonos: ¿Qué sentimientos deja en mi corazón el amor y la confianza incondicional que el Señor pone en nosotros? Estoy siendo un verdadero testigo de Jesús resucitado? Contribuyo en la misión de la Iglesia? Gracias Señor por la confianza que tienes en nosotros.
Oremos:
Gracias Jesús por la confianza que pones en nosotros a pesar de la fragilidad de nuestra fe y de nuestra incoherencia. Ayúdanos a corresponder con generosidad a tu inmenso amor. Amén.
Recordemos:
“Cuando estaban los Once sentados a la mesa, se les apareció y les reprochó su falta de fe y el ser tan obstinados, pues no habían creído a los que ya lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a todas las criaturas”.
Actuemos:
Quiero participar en algún grupo apostólico para colaborar en la acción evangelizadora de la Iglesia para que muchas personas conozcan a Jesús y respondan a su inmenso amor.
Profundicemos:
«Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual…“ Papa Francisco