“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo”
(Lc 9, 20)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
En el evangelio de este día Jesús pregunta a los discípulos y a nosotros hoy por su identidad. Pregunta que toca de manera directa nuestra fe y nos exige reconocer el lugar o la importancia que damos a su persona y a su mensaje en nuestra vida. Pregunta que va creciendo y adquiriendo nuevo sentido con el paso de los años, en la medida en que vamos cultivando una relación íntima con Jesús, que nos lleva a experimentarlo como un amigo cercano. Solo en la medida en que nos vamos abriendo a esta experiencia de encuentro personal con Él, es que podemos reconocer y afirmar con claridad, aquello que Jesús representa para nosotros. Pidámosle en este día, la gracia de crecer mucho más en nuestra experiencia de encuentro cotidiano con él.
Reflexionemos: ¿Quién es Jesús para nosotros?, ¿cómo podemos cultivar una relación de amistad con él?
Oremos: Señor, Jesús, queremos ser tus amigos y aprender a tu lado todo aquello que quieres de nosotros. Ayúdanos a no tener miedo de buscarte y compartir contigo nuestra vida. Amén.
Recordemos: Conocemos la verdadera identidad de Jesús en la medida en que nos relacionemos con Él en la oración y en la vida de cada día.
Actuemos: Aprovechemos esta jornada para preguntarnos por el lugar que damos a Jesús en nuestra vida.
Profundicemos: Conocer a Jesús es una aventura apasionante que podemos vivir y descubrir en familia con los más pequeños (Libro: Cuéntame todo sobre Jesús).