“El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás”
(Mc 3, 29)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Hoy Jesús es acusado por los escribas de expulsar demonios con el poder de Belzebú. Acusación a la que Jesús responde afirmando que su poder viene de Dios, gracias a la acción del Espíritu Santo y no del demonio. Así mismo, les deja en claro que el mayor mal que puede cometer el ser humano es difamar en contra del Espíritu y no reconocer su poder: “El que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre”. Pidamos al Señor en este día, la gracia de aprender abrir cada vez más nuestra vida a la acción del Espíritu Santo y dejarnos guiar por su fuerza, su poder y su luz.
Reflexionemos: ¿Cómo es nuestra relación con el Espíritu Santo?, ¿nos dejamos guiar e iluminar por él?
Oremos: Danos, la gracia, Señor, de abrir cada vez más nuestra mente y nuestro corazón a la acción de tu santo Espíritu. Que sea Él quien nos guíe siempre al encuentro contigo. Amén.
Recordemos: El Espíritu Santo es la presencia viva de Dios en cada uno de nosotros.
Actuemos: Invoquemos en este día con fe la presencia y la luz del Espíritu Santo.
Profundicemos: El Espíritu Santo tiene la gran tarea de formar a Dios en nosotros (Libro: 50 preguntas y respuestas sobre el Espíritu Santo).