fbpx

2 de Agosto

“Mándame ir a ti andando sobre el agua”

(Mateo 14,22-36)

 

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

En el Evangelio de hoy, vemos a Jesús, que educa a sus discípulos para enfrentarse a tempestades futuras. Los discípulos están solos. Esta vez no los acompaña Jesús. Su barca está muy lejos de tierra. Mateo en este pasaje nos hace ver como Jesús camina sobre el mar sin miedo, con confianza; Pedro en cambio camina sobre el mar con duda de hundirse.

La fuerza para poder caminar en la vida sobre la debilidad, sobre la fragilidad, sobre el mal viene de la fe. Y la fe es un regalo que nos da Dios para encontrarnos con Él, para caminar sólidos por la vida. Pedro, como todos los humanos, sintió miedo y se cayó. Pero allí estaba la mano de Dios para sacarlo del abismo, del mar y darle, una vez más, el impulso para seguir caminando.  Este impulso, como vemos en el relato, está hecho de Misericordia. El Señor nos llama a avivar y profundizar en nuestra fe, a confiar, aunque tengamos momentos de prueba teniendo la certeza de que no nos abandonará, sino que nos dará su mano para levantarnos y sacarnos adelante.

¿Experimentamos la acción de Dios como educativa, con vista a reconocer su poder y autoridad? ¿Escuchamos la Palabra de Dios que nos pone en camino y sostiene nuestra débil fe?

 

Oremos: Señor Jesús concédenos perseverancia para experimentar la paz, la libertad y el gozo de escuchar tu voz, ayúdanos a oír tus Palabras de aliento: “No temas” y confiar en ellas.

 

Recordemos: Imaginémonos en la barca con los discípulos y escuchemos lo que dicen mientras transcurre la tormenta. ¡Escúchemelos cuando observan la figura que camina sobre las aguas! Advirtamos cómo la confianza de Pedro cae cuando cambia su foco desde Jesús hacia él mismo.

 

Actuemos: En esos momentos de oración hoy traigamos esas cosas de la vida que nos hacen perder de vista a Jesús y nos hunden. ‘Él está esperando que lo llamemos, para ayudarnos a restaurar la calma en nuestras vidas.

 

Profundicemos: Reflexionemos sobre nuestra propia vida y saquemos alguna conclusión.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

¿Requiere asesoria? Activar chat

×