4 de Diciembre

“Que les suceda de acuerdo a su fe” (Mt 9, 29)

 

En el evangelio de hoy, dos ciegos salen al encuentro de Jesús para pedirle que los cure de su enfermedad: “¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!”. Al verlos, Jesús prueba su fe y les pregunta si creen que puede sanarlos, en gran medida por la manera como se dirigen a él, ya que lo llaman “Hijo de David”, nombre con el que los fariseos explicaban la procedencia del mesías. Jesús pese a no estar muy de acuerdo con esta enseñanza atiende a su pedido y les dice: “Que les suceda de acuerdo a su fe”. Entonces se les abrieron los ojos y empezaron a contar en toda la región el milagro que él había obrado en ellos. Dejemos que en este día las palabras que Jesús dirige a los ciegos resuenen en nuestro corazón y nos lleven a contemplar la fuerza que la fe tiene en nuestra vida, es decir, la manera como ella nos lleva a superar las dificultades que vivimos. Así mismo, a preguntarnos si como los ciegos del evangelio realmente creemos que Jesús puede obrar en nosotros aquello que le pedimos.

 

Reflexionemos:

¿Qué fuerza tiene la fe en nuestra vida?, ¿cómo podemos fortalecer nuestra experiencia de fe en este tiempo de Adviento que vivimos?

 

Oremos:

Danos, Señor, la capacidad de aprender a confiar en todo aquello que puedes obrar en nosotros y en las diferentes realidades que vivimos. Sana nuestro corazón de las cegueras que nos impiden reconocer la fuerza que nos brindas a través de nuestra experiencia de fe. Amén.

 

Recordemos:

Dios solo nos concede aquello que creemos.

 

Actuemos:

Pidamos al Señor en este día que aumente nuestra fe y nos conceda la gracia de creer.

 

Profundicemos:

La fe es un regalo que recibimos de Dios el cual debemos alimentar a diario a través de la oración, la escucha atenta de la Palabra y el encuentro con Cristo Resucitado en cada una de las realidades que vivimos (Libro: El camino de la fe, Talleres y reflexiones sobre la fe).

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