¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de David?
(Marcos 12, 35-37)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Jesús es el Mesías, hijo de David según la carne (San José era descendiente del Rey David), pero Jesús es constituido Hijo de Dios según el Espíritu de santificación, mediante la resurrección. Y Él de hecho es Jesucristo nuestro Señor, por su resurrección de entre los muertos. Este texto de Marcos, es un reflejo de la luz que los discípulos recibieron después de Pascua, cuando con la fuerza del Espíritu Santo, realizaron la experiencia personal de Jesús resucitado como Señor de sus vidas y de la Historia. El que reconoce a este Jesús como único Señor, ha comprendido el evangelio: así puede seguir al Mesías humilde que va al encuentro de la muerte, para vencerla.
Reflexionemos: El escándalo de la fe, no es creer que Jesús es el Señor, eso todos los sabemos. El escandalo verdadero es creer que mi Señor, el sentido de mi vida y de mi historia, es el pobre de Nazaret, el siervo, el humilde.
Oremos: Gracias, Maestro bueno, porque me enseñas que eres mi Dios y Señor, no por el poder, por la riqueza, por el prestigio, sino por el servicio, la humildad, la libertad y la muerte en la cruz. Amén.
Actuemos: Señor hoy quiero amarte a ti en el otro, pero no por sus apariencias, sino por lo que es, hijo tuyo, y hermano mío.
Recordemos: David mismo movido por el Espíritu Santo dijo: el Señor a mi Señor, siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies (salmo 110,1).
Profundicemos: David lo llama Señor, es el nombre con el cual se llama al mismo Dios en el Antiguo Testamento. Y los primeros cristianos a la luz de la resurrección hicieron su profesión de fe y proclamaron a Jesús como Señor.