Hoy hemos visto algo increíble
(Lucas 5, 17-26)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
El evangelio de Lucas nos presenta la obra salvífica de Jesús, en la sanación de un paralítico delante de un grupo representativo de fariseos y doctores de la ley venidos de toda la nación judía. Aquí Jesús se da a conocer como “el Hijo del Hombre” que tiene autoridad para perdonar pecados y liberar a la persona de toda enfermedad. En Él, el mundo es reconciliado con Dios. El encuentro personal del creyente con Jesús libera, nos abre a la experiencia de fe auténtica, confiando en que pese a cualquier circunstancia el Señor puede transformar esa realidad frágil y pecadora para comenzar un estilo de vida nueva y fecunda. “Yo te lo ordeno: levántate, échate al hombro la camilla y vete a tu casa”. Exultar en alabanzas a Dios por las obras que realiza.
Reflexionemos: La solidaridad, el respeto, la atención al otro y la fe, son valores que puestos al servicio de la comunidad edifican y construyen Reino.
Oremos: Señor, concédeme un corazón humilde para reconocer mi pecado y ponerme en camino para acoger tu salvación. Amén.
Recordemos: Jesús, al ver la fe que tenían, dijo: “Hombre, tus pecados quedan perdonados”.
Actuemos: Hoy buscaré la manera de ayudar a un amigo o familiar que se encuentre pasando por alguna dificultad.
Profundicemos: Voy a escuchar lo que dice el Señor: “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos”. La salvación está cerca de los que le temen, y la gloria habitará en nuestra tierra (Sal.84)
Te invitamos a profundizar La Palabra de Dios con el Misal popular .