“La buena semilla son los ciudadanos del reino”
(Mt 20, 21)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
En el evangelio de este día los discípulos, piden a Jesús que les explique la parábola del trigo y la cizaña que escuchamos en días anteriores. Parábola que nos llevaba a reconocer nuestra propia ambigüedad y a percibir como de la mano de Jesús, podemos ser una buena semilla para los demás: “La buena semilla son los ciudadanos del reino”. Tal como se los explica hoy a sus discípulos, y a través de un lenguaje de corte apocalíptico, les recuerda la necesidad de aprender a discernir cada día las realidades negativas que tenemos de las buenas, superarlas y trabajarlas. Pidamos al Señor, en este día, la gracia de aprender a purificar nuestro corazón de todo aquello que nos impide ser una buena semilla para el Reino.
Reflexionemos: ¿Somos conscientes de nuestras propias ambigüedades?, ¿cómo podemos ser una buena semilla para quienes nos rodean?
Oremos: Ayúdanos, Señor, a ser cada vez más conscientes de nuestras cualidades, valores y limites personales. A trabajarlos de tu mano y ponerlos al servicio del Reino. Amén.
Recordemos: Los valores que Jesús nos enseña en el Evangelio nos ayudan a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Actuemos: Aprovechemos esta jornada para revisar nuestra vida y confiar a Dios aquellas realidades personales que queremos trabajar y superar de su mano.
Profundicemos: Dios nos ofrece cada día la oportunidad de tomar mayor conciencia de nuestra realidad personal y superarla de la mano de su Palabra (Libro: Sánate interiormente. Dios te creó para ser feliz).