“Hagan lo que Él les diga”
(Jn 2, 5)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Un nuevo año nos ofrece siempre la posibilidad de crecer tanto a nivel humano como espiritual. Hoy el evangelio nos enseña cómo hacerlo, especialmente a través de la presencia de la madre de Jesús en las bodas de Cana de Galilea. Fiesta que María acompaña de cerca, celebra junto a sus conocidos, le permite estar atenta a sus necesidades, interceder ante Jesús por ellas: “No tienen vino” y mover a los sirvientes a cooperar con su hijo para la realización del milagro. Tal vez como los invitados a la fiesta en Caná de Galilea nosotros podemos pasar por desapercibido las necesidades de quienes nos rodean, empezando por nuestras familias. Pidamos a María que nos ayude a ser más sensibles a las necesidades de los demás y cooperar siempre en la búsqueda del bien común.
Reflexionemos: ¿Estamos atentos a las necesidades de quienes nos rodean?, ¿cómo podemos cooperar con nuestros seres queridos para apoyarnos en las necesidades familiares?
Oremos: Gracias, Señor, por la oportunidad que nos das de emprender nuevamente nuestro camino. Que como María podamos estar atentos a las necesidades de los demás y cooperar en la búsqueda de soluciones. Amén.
Recordemos: María nos enseña la importancia de escuchar y estar atentos a las necesidades de nuestro pueblo.
Actuemos: Pidámosle a la Virgen María en este día que nos ayude a ser personas atentas y solidarias, empezando por nuestra propia familia.
Profundicemos: María nos enseña desde el silencio de su vida la manera de hacer del servicio un estilo de vida (Libro: Las palabras calladas).