6 de octubre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura del libro de Baruc 1, 15-22

Confesamos que el Señor, nuestro Dios, es justo, y a nosotros nos abruma hoy la vergüenza: a los judíos y vecinos de Jerusalén, a nuestros reyes y gobernantes, a nuestros sacerdotes y profetas y a nuestros padres; porque pecamos contra el Señor no haciéndole caso, desobedecimos al Se-ñor, nuestro Dios, no siguiendo los mandatos que el Señor nos había dado. Desde el día en que el Señor sacó a nuestros padres de Egipto hasta hoy, no hemos hecho caso al Señor, nuestro Dios, hemos rehusado obedecerle. Por eso, nos persiguen ahora las desgracias y la maldición con que el Señor conminó a Moisés, su siervo, cuando sacó a nuestros padres de Egipto para darnos una tierra que mana le-che y miel. No obedecimos al Señor, nuestro Dios, que nos hablaba por medio de sus enviados, los profetas; todos seguimos nuestros malos deseos, sirviendo a dioses ajenos y haciendo lo que el Señor, nuestro Dios, reprueba.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

 

Salmo responsorial 78, 1-5. 8-9

R. Por el honor de tu nombre, Señor, líbranos.

Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad, han profanado tu santo templo, han reducido Jerusalén a ruinas. Echaron los cadáveres de tus siervos en pasto a las aves del cielo, y la carne de tus fieles a las fieras de la tierra / R.
Derramaron su sangre como agua en torno a Jerusalén, y nadie la enterraba. Fuimos el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de los que nos rodean. ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Vas a estar siempre enojado? ¿Arderá como fuego tu cólera? / R.
No recuerdes contra nosotros las culpas de nuestros padres; que tu compasión nos alcance pronto, pues estamos agotados / R.
Socórrenos, Dios, Salvador nuestro, por el honor de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados a causa de tu nombre / R.

Aclamación antes del Evangelio (Cf. Sal 94, 8ab)

No endurezcan hoy su corazón; escuchen la voz del Señor.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 13-16

“Quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado”

En aquel tiempo, dijo Jesús: “¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, vestidas de sayal y sentadas en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a ustedes. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; quien a ustedes los rechaza a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí rechaza al que me ha enviado”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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