28 de agosto

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura de la Segunda Carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 3, 6-10. 16-18
Hermanos: En nombre del Señor Jesucristo, les mandamos, hermanos, que se aparten de todo hermano que lleve una vida desordenada y no conforme con la tradición que recibió de nosotros. Ya saben ustedes cómo tienen que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre ustedes sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie,
sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes. No porque no tuviéramos derecho, sino para darles en nosotros un modelo que imitar. Además, cuando estábamos entre ustedes, les mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma. Que el mismo Señor de la paz les dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos ustedes. El saludo va de mi mano, Pablo; esta es la contraseña en toda carta; esta es mi letra. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes.

L: Palabra de Dios.
T: Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL 127, 1-2. 4-5
R. Dichosos los que temen al Señor.
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos. Comerás del fruto de tu trabajo, serás dichoso, te irá bien / R.
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor. Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida / R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (1Jn 2, 5)

“Quien guarda la Palabra de Cristo, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud”.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 27-32

“Son hijos de los que asesinaron a los profetas”

En aquel tiempo, Jesús dijo: “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que se parecen a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos de muerto y de podredumbre; lo mismo ustedes: por fuera parecen justos, pero por dentro están repletos de hipocresía y crueldad. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que edifican sepulcros a los profetas y ornamentan los mausoleos de los justos, diciendo: “Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas!”. Con esto atestiguan en su contra, que son hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmen también ustedes la medida de sus padres!”.

S: Palabra del Señor.

T: Gloria a ti, Señor Jesús.

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