26 de Agosto

¡Que llega el esposo, salgan a recibirlo!

(Mateo 25, 1-13)

 

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

La reacción de estupor de Natanael culmina en su confesión de fe: “Tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. Natanael llega más lejos que los discípulos anteriores, al hacerle caer en cuenta que lo que ha dicho es una expresión de fe.

Natanael al principio tenía prejuicios: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”, pero se dejó ganar por Cristo, demostrando su buena disposición. También nosotros hoy tendremos que vencer prejuicios y dudas interiores y exteriores, así podamos merecer, por nuestra sinceridad y buen corazón la alabanza que Jesús dedico a Bartolomé. “Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”.

 

Oremos: Señor Jesús, hazme responsable cada día de mi lámpara individual, que es mi cuerpo, para que aprovechando sabiamente los dones y las capacidades que me has dado pueda siempre estar preparado(a) a tu llegada.

 

Recordemos: ¡Que llega el esposo, salgan a recibirlo!

 

Actuemos: Se considera preparado para la segunda venida del Señor? ¿Invierte bien los dones que tiene para hacer de este mundo mejor?

 

Profundicemos: Jesús exhorta a sus seguidores a estar atentos, vigilantes, preparados para su venida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

¿Requiere asesoria? Activar chat

×