“Pues ni de uno solo se olvida Dios” (Lc 12, )
En este día recordamos a santa Teresa de Jesús, doctora y mística de la Iglesia, el evangelio nos invita a cuidarnos de la hipocresía. Actitud presente en los fariseos y que Jesús rechaza abiertamente por distorsionar la verdadera imagen de Dios. Jesús llama a las multitudes que lo escuchaban, al igual que a nosotros hoy, a ser personas auténticas que no teman hablar con la verdad y mostrarse ante los demás como son. Igualmente, a no tener miedo a la persecución, al rechazo o al sufrimiento, ya que Dios no se olvida de los suyos. Pidamos al Señor en este día, la gracia y el valor de luchar cada vez más por ser personas transparentes, comprometidas con la construcción del Reino, aún en medio de las críticas o las dificultades que dicho anuncia representa en nuestro mundo actual.
Reflexionemos:
¿Confiamos en la providencia de Dios, especialmente en los momentos de peligro?, ¿cómo podemos esforzarnos por ser cada vez más personas transparentes y auténticas?
Oremos:
Ayúdanos, Señor, a luchar por ser cada día personas auténticas y transparentes en todo lo que emprendemos. A no caer en la hipocresía ni en el egoísmo, especialmente en los momentos en que las personas necesitan de nuestro apoyo. Amén.
Recordemos:
Dios no nos desampara en los momentos de dificultad.
Actuemos:
Meditemos en esta jornada que actitudes personales o sociales, no nos dejan ser auténticos ni comprometernos con la vida de los demás.
Profundicemos:
Ser auténticos implica ante todo conocer nuestra realidad personal y trabajar nuestros defectos (Libro: Personalidades tóxicas).