“Si te hace caso, has salvado a tu hermano”
(Mt 18, 15-20)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
La vida del ser humano crece y se desarrolla en el ámbito de las relaciones con los demás, donde todos adquirimos un compromiso de responsabilidad de unos con otros. El Evangelio de hoy nos plantea el tema de la caridad en la corrección fraterna: “Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano”. Somos humanos, y por ello frágiles y limitados, así la enseñanza que nos deja Jesús se va desarrollando de una forma progresiva y nos permite tomar conciencia de la necesidad y del valor de la comunidad (que puede ser en el medio familiar, laboral, de estudio o de Iglesia) llamada a vivir en comunión, a ejemplo de la Santísima Trinidad que vive baja el vínculo del amor.
Reflexionemos: En mi camino de crecimiento espiritual, soy consciente de que perdonar es el más grande gesto de amor para con mi hermano que me ofendió?
Oremos: Trinidad Santa, concédeme un corazón humilde para reconocer mis faltas y pedir perdón, también para ayudar a mi hermano en el camino de reconciliación. Amén.
Actuemos: Restableceré relaciones rotas a través del perdón.
Recordemos: En verdad les digo que todo lo que aten en la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desaten en la tierra quedará desatado en los cielos.
Profundicemos: Jesucristo purifica y libera de nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera que Dios ha preparado para nosotros. (Benedicto XVI).
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