La vida es como una montaña con grandes caminos por recorrer. Si te pones a observar la cima, verás frente a ti el reto más grande de tu propia vida, no basta contemplar la montaña en un estado de pasividad, es preciso marcar la diferencia, ser más que un residente sumergido en la comodidad de la rutina, inactivo y limitado. Piensa en lo hermoso que vislumbrarás estando arriba, una experiencia única que debes conquistar por ti misma. Piensa en lo que aprenderás durante el viaje, una riqueza para compartir con otros y animarlos a descubrir las maravillas de esta travesía.
Para otros, en cambio, llegar a la cumbre de la montaña es algo inalcanzable a sus fuerzas humanas, una meta demasiado grande que supera sus límites y al estar condicionados por esta mentalidad tan pesimista no se atreven a dar ni un paso, el primer obstáculo significaría ya el final del recorrido. Si en algún momento te has sentido así, es importante recordar que frente a la montaña tienes una gran ventaja: si bien conoces su altura, no has llegado al límite. Aun estás en camino. Por eso, no trates de llegar de un solo salto, ten la seguridad que una vez emprendiendo el viaje, vas a caer una y otra vez.
Es seguro que te agotará el cansancio, la fatiga, el sol o la lluvia, pero aun así, cuando te sientas sin aliento para continuar, ¡no te rindas! Todavía tienes mucho que dar, no lo has dado todo, trata de llegar a la cima subiendo escalón por escalón, no te apresures, cuando mires hacia la meta y lo que falta por recorrer, vuelve tu mirada hacia atrás para ver cuánto has avanzado. No importa si corres, si vas a paso lento, lo importante es que sigues caminando.
Como joven vives en un agitado mar de sentimientos, ideas, cambios, puedes sentir que las dificultades son demasiado grandes para escalar la montaña de la vida y que vas en contracorriente del mundo, pero en medio de tu realidad ten presente que Dios te acompaña y guía.
Como todo buen escalador, no olvides llevar tus provisiones, procura empacar solo lo necesario para aligerar el peso de tu equipaje. Camina con mucha fe en Dios, confianza en ti misma y valor para que junto a otros, puedas enfrentar lo que se presente, pero ante todo, no olvides en tu equipaje la esperanza para mantenerte firme sin importar cuántos obstáculos vengan. Al llegar a la cima habrás aprendido el difícil arte de escalar la vida, porque la dificultad te prepara para enfrentar cada día nuevos y más grandes desafíos. Así que: ¡Adelante! Buen viaje.
Como joven puedes seguir las actuales tendencias, la mayoría, efímeras. Tal vez no te guste complicarte la vida pero, alguna vez te has preguntado: ¿para qué fin fui creada? Evidentemente a la mayoría de jóvenes esto no les preocupa, viven sumergidos en un
estilo de vida “light”, pero tarde o temprano deberán tomar la vida entre sus manos y decidir qué hacer con ella, entonces has pensado: ¿Cómo vivirla? ¿Cómo “disfrutarla”? ¿Qué camino tomar? ¿Qué sentido darle?
Sí, suenan con mucho alarde las propuestas para ti: independencia, libertad, autonomía, pero te vuelven cada vez más dependiente, con dificultades para decidir y opinar. La persona se llena de miedo e inseguridad, se vuelve ágil con lo aparente pero lenta con lo profundo, fuerte para cuidar su imagen, pero débil para auto - conocerse. En tu vida joven, adquiere tus propias convicciones, define tus ideales y sé consecuente con ellos, sé tú misma, sin etiquetas del “tienes que ser” o el “debes hacer”, aprende a vencer el miedo, no temas cuestionarte, descubrirte, equivocarte, reconocerte, aceptarte y vivir.
La búsqueda desesperada de obtener razones para vivir te puede llevar a tomar decisiones inadecuadas, a tomar lo primero que se presenta y generalmente, la mayoría de jóvenes está lejos de una búsqueda con criterios definidos, muchos carecen de la raíz vital: la fe. En cualquier lugar las propuestas van y vienen, por esto, si quieres ser protagonista de la historia en medio de los nuevos tiempos, detente un instante, entra en ti misma, contémplate a solas y descubre cuál es tu papel en el mundo. Piensa: ¿Qué buscas? ¿Quién eres? ¿Hacia dónde caminas? ¿Quién lleva el control de tu vida?
Por los senderos de la Vida
Señor, la gente camina todos los días hacia un lugar. Sus pies se dirigen al trabajo, a la oficina, al campo, al colegio, a la universidad. En múltiples direcciones cada mañana, las personas salen en búsqueda de una oportunidad que traiga esperanza a sus vidas. Tantos jóvenes como yo también se deciden a caminar con la ilusión del encuentro, de la sonrisa, del beso, del abrazo, de la ternura, de una puerta abierta a sus sueños, que promete futuro y bienestar. Sin embargo, Señor tantos se desvían por el camino, tantos andan confundidos, desorientados, desconcertados, otros ni siquiera desean levantarse y recomenzar, pues temen volver por senderos equivocados. Jesús, Tú que eres el Camino, la Verdad y la Vida, sal a mi encuentro, me hallo en medio de la sociedad con mis pies dispuestos a explorar, a servir, a correr, a escalar, a luchar, no quiero que atractivos materialistas roben mis sueños de volar, de ayudar a los demás, de salir al encuentro como un valiente para conducir a tantos al Verdadero camino que eres Tú. Maestro, ven a mi lado para caminar y ver con tus ojos personas y situaciones, encontrar contigo las respuestas a tantas preguntas que surgen en mi interior mientras camino, gozar con aquellos que se unen en este deseo de avanzar juntos, de descubrir el tesoro del llamado y enriquecer el corazón con los verdaderos valores del Evangelio. San pablo, dame el coraje para prestar mis pies al Señor y llevar su Palabra sin cansancio a todos los pueblos, concédeme la gracia de la valentía apostólica para que no tenga temor de salir a anunciar que Jesús vive y continúas caminando a nuestro lado, asumiendo nuestra historia. María ayúdame a ser luz para tantos y tantas hermanas que caminan en tinieblas, ayúdame a ser guía para llevarlos hasta el corazón de tu Hijo Jesús. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
Oración
Click en el dibujo
Querida joven: Para orientar mejor tu búsqueda vocacional, la revista: “Joven ponte en camino” te propone tres guías de lectura.
Esta guía No. 1 te permitirá entrar en contacto con los caminos por recorrer que la vida presenta y la importancia de saber elegir con la conciencia de que Jesús te llama a ser protagonista de la historia y de tu propia historia.
Al finalizar tus respuestas debes dar click en “Enviar”.