El tiempo de Adviento es tiempo de esperanza.

"El tiempo de Adviento nos restituye el horizonte de la esperanza, una esperanza que no desilusiona porque está fundada sobre la Palabra de Dios. ¡Una esperanza que no desilusiona simplemente porque el Señor nunca desilusiona. Él es fiel y Él nunca desilusiona! Pensemos y sintamos esta belleza.

El modelo de esta actitud espiritual, de este modo de ser y de caminar por el Camino es la Virgen María. Una simple joven de pueblo, que lleva en su corazón toda la esperanza de Dios.  En su vientre, la esperanza de Dios ha tomado carne, se ha hecho hombre, se ha hecho historia: Jesucristo. Su Magníficat es el cántico del pueblo de Dios en camino, y de todos los hombres y mujeres que esperan en Dios, en la potencia de su misericordia.

Dejémonos guiar por Ella que es madre, que es mamá y sabe cómo guiarnos, dejémonos guiar por Ella en este tiempo de espera y de vigilancia operosa"

Papa Francisco

 

La palabra latina "adventus" significa "venida". En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor. El Adviento para el papa Francisco es una época que nos debe motivar para "acercarnos más y más al misterio del Señor y que lo
hagamos por el camino que Él quiere: el camino de la humildad, el camino de la mansedumbre, el camino de la pobreza, el camino de sentirnos pecadores. Así, Él viene a salvarnos, a liberarnos". Es una época en la que estamos invitados a comprender que "la grandeza del misterio de Dios solo se conoce en el misterio de Jesús, y el misterio de Jesús es precisamente un misterio de abajarse, de anonadarse, de humillarse, y trae la salvación a los
pobres, a quienes son aniquilados por muchas enfermedades,
pecados y situaciones difíciles".

El tiempo de Adviento tiene una duración de cuatro semanas. Inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad.

Se pueden distinguir dos grandes períodos en el Adviento: Un primer período hasta el 16 de diciembre y un segundo período del 17 al 24 de diciembre.

¡Ven Señor Jesús!

ven, Señor, no tardes,

Ven, que te esperamos;

Ven, Señor, no tardes,

Ven pronto, Señor.

El mundo muere de frío,

el alma perdió el calor,

los hombres no son hermanos

porque han matado el amor.

Envuelto en noche sombría,

gime el mundo de pavor;

va en busca de una esperanza,

buscando tu fe, Señor.

Al mundo le falta vida

y le falta corazón;

le falta cielo en la tierra,

si no lo riega de tu amor.

Rompa el cielo su silencio,

baje el rocío a la flor,

ven señor, no tardes tanto,

Ven, Señor.

Amén

Tiempo de Adviento, tiempo de espera. Dios se acerca, Dios que ya llega. Esperanza del pueblo, la vida nueva.

El Reino nace, don y tarea. Con Jesús niño-Dios, ayúdanos, Señor, a abrigar la esperanza que nace en cada Adviento, a escuchar los clamores de tu pueblo, a regar con nuestras vidas la semilla de tu Reino, a ser mensajeros de tu Amor, a construir comunidades de servicio y oración.

Referencias: 

Equipo Paulinas. (2021). Preparación para el tiempo de Adviento.

Equipo Paulinas. (2024). Misal Popular- Noviembre y diciembre. Paulinas.

Liturgia de las Horas. Tomo III. Conferencia Episcopal de México y Colombia, 1980, p. 583- 584.

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