“No impidan a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los cielos”
(Mt 19, 13-15)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
El relato que hoy nos propone el evangelista es muy corto, pero trae una gran riqueza y enseñanza a nuestra vida. Nos dice que “le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban”. Como Iglesia estamos llamados a crear espacios de confianza que hagan presente el amor y la misericordia de Dios Padre, para que acontezca el Reino de Dios en nuestro suelo, y no poner barreras. A esta actitud de los discípulos Jesús dice: “Déjenlos, no impidan a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los cielos”. Ser como niños, es tener un corazón libre de prejuicios, es confiar y abandonarse en la ternura, el amor y los cuidados de mamá y papá en el hogar para crecer seguros de que nada ni nadie, los puede separar de ese amor. A ejemplo de los niños, nosotros debemos apostar por lo pequeño, lo sencillo y humilde, acogiendo con gratitud el don que se nos da en la persona de Jesús, quien nos enseña la clave para permanecer en su amor.
Preguntémonos: Recordemos, antes de marcharse de aquel lugar nos dice Mateo, que Jesús les impuso las manos. Revisemos si en nuestra práctica cotidiana de la fe ¿soy de los que acostumbro a bendecir a las personas, o antes de salir de casa pido a Dios su bendición? Darnos la señal de la cruz siempre es un gesto muy sencillo pero que nos recuerda que nuestra vida está en las manos de Dios. ¡Feliz jornada!
Oremos: Oh Dios, crea en mí un corazón puro para que, reconociendo mi debilidad, pueda caminar en tu presencia con sencillez, humildad y testimoniar mi fe cristiana. Amén.
Actuemos: Ser fiel al examen de conciencia para alcanzar un corazón limpio.
Recordemos: “De los que son como niños es el Reino de los cielos”.
Profundicemos: Arrepiéntanse y conviértanse de sus delitos, y no tropezarán en su culpa. Aparten de ustedes los delitos que han cometido, renueven su corazón y su espíritu.
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