31 de enero

“No temas; basta que tengas fe”

(Mc 5, 36)

 

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

Llegamos al final de mes de enero con un corazón agradecido a Dios por cada una de las luces que nos ha dado en su Palabra. Pero muy especialmente por su amor, su misericordia y su cercanía. Misericordia que quiere renovar también hoy en nosotros, así como lo hace con Jairo, su hija y la hemorroisa en el evangelio de este día: “Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva”. Dos historias de dolor y enfermedad que conmueven el corazón de Jesús y lo llevan a actuar a su favor gracias a su fe: “Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y con salud”. Pidamos al Señor en este día la gracia de vivir una fe como la de Jairo y la mujer hemorroisa, capaz de superar cualquier obstáculo, para ir a su encuentro, pedir su sanación y revestirse de su ternura y su compasión. 

 

Reflexionemos: ¿Qué enseñanza nos deja la fe de Jairo y la hemorroisa?, ¿cómo podemos fortalecer mucho más nuestra experiencia de fe?

 

Oremos: Ayúdanos, Señor, a confiar mucho más en ti. A vivir una fe madura, osada, valiente, capaz de permanecer unida a ti, aún en los momentos más difíciles. Amén. 

 

Recordemos: La fe es un regalo que recibimos de Dios pero que debemos alimentar cada día en la oración y el encuentro personal con Jesús en su Palabra y en nuestros hermanos.

 

Actuemos: Pidamos al Señor en este día la gracia de aprender a confiar cada vez más en él así como Jairo y la hemorroisa.

 

Profundicemos: La fe nace, crece y madura cada día en el encuentro vivo y personal con Dios en la oración y en la escucha atenta de su Palabra (Libro: A la escuela del maestro 2023).

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