“Ven y verás” (Jn 1, 46)
Hoy celebramos la fiesta de san Bartolomé apóstol o Natanael. El evangelio nos lleva a recordar su llamado y el momento de su primer encuentro con Jesús. Natanael vivía en Caná de Galilea y era amigo de Felipe. Gracias a él, se anima a conocer a Jesús pese a no confiar mucho en su procedencia: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”. Contraria a la actitud de Natanael, Jesús sí reconoce en él a un hombre bueno y piadoso: “Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”. Reconocimiento que hace posible que Natanael, pueda superar sus prejuicios culturales para ver en Jesús al Hijo de Dios: “¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores”. Quizás como Natanael, nosotros también somos dados a juzgar a la ligera a los demás por las apariencias y nos cerramos a la posibilidad de conocerlos como realmente son. Pidamos al Señor, en este día la gracia de conocer mejor primero a las personas, antes de formarnos ideas equivocadas de ellas.
Reflexionemos:
¿Tendemos a juzgar a los demás precipitadamente?, ¿qué nos enseña la actitud de acogida que tiene Jesús hacia Natanael?
Oremos:
Enséñanos, Señor, a no dejarnos llevar por las apariencias a la hora de juzgar a los demás. Que como tú, sepamos reconocer siempre lo bueno que tiene cada persona. Amén.
Recordemos:
Jesús nos invita a conocer primero a los demás antes de juzgarlas por sus apariencias.
Actuemos:
Pidamos perdón al Señor en este día por las veces en que juzgamos a la ligera a los demás.
Profundicemos:
Muchas veces criticamos en los demás aquello que nos cuesta acoger o reconocer en nosotros mismos. De allí, la importancia de conocernos primero y sanar todo aquello que nos impide relacionarnos libremente con los demás (Libro: Sánate interiormente. Dios te creó para ser feliz).