“Lo que han recibido gratis, denlo gratis”
(Mt 10, 8)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Nuestra vida de fe nos ofrece un gran número de enseñanzas y valores que nos hacen más humanos y sensibles a las necesidades de los demás. Así mismo, nos ayuda a vencer nuestros egoísmos y percibir que nuestra vida, cobra verdadero sentido cuando aprendemos a ser agradecidos y somos capaces de compartir aquello que somos y tenemos con generosidad. Así como se lo recuerda Jesús hoy a sus discípulos al invitarlos a dar gratuitamente todo lo que han recibido de Dios, y a confiar que él, proveerá todo lo necesario para el camino. Pidamos al Señor, en este día la gracia de aprender a compartir con alegría aquello que tenemos. Igualmente, a confiar cada vez más en las bendiciones que Dios a diario nos regala.
Reflexionemos: ¿Somos generosos a la hora de compartir con los demás?, ¿confiamos en la providencia de Dios?
Oremos: Enséñanos, Señor, a compartir cada día con alegría aquello que somos y tenemos con los demás, con la certeza que Dios Padre provee a nuestras necesidades. Amén.
Recordemos: Como nos los recuerda el apóstol san Pablo: “Hay mayor alegría en dar que en recibir” (Hch 20, 35)
Actuemos: Reservemos un espacio especial en nuestra jornada, para compartir de cerca con alguna persona que pase alguna necesidad espiritual o material.
Profundicemos:
Cuando nos abrimos a compartir gratuitamente aquello que somos y tenemos, nuestra vida se hace libre y fecunda (Libro: Reflexiones en el camino).