“Ningún siervo puede servir a dos amos”
(Lc 16, 13)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
La confianza es uno de los valores más importantes que recibimos de los demás. Un valor que se gana desde las pequeñas cosas de cada día como nos lo enseña el evangelio de hoy: “El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar”. Sin embargo, la necesidad de dinero o reconocimiento muchas veces nos lleva a privilegiar otros intereses y descuidar aquellos que son realmente importantes: “No pueden servir a Dios y al dinero”. Pidamos al Señor, en este día la gracia de esforzarnos cada vez más por ser personas fieles y auténticas desde las cosas pequeñas, de desapegarnos de todo aquello que nos impide ser personas libres y generosas, de experimentar en nuestro corazón la alegría de ser personas confiables y verdaderas ante los ojos de Dios.
Reflexionemos: ¿Somos personas de confianza?, ¿qué invitación nos deja el evangelio de hoy?
Oremos: Ayúdanos, Señor, a ser personas de confianza. A cuidar con dedicación y fidelidad, las tareas o las responsabilidades que nos han confiado. Amén.
Recordemos: Quien es fiel en lo pequeño, lo es también en las cosas grandes.
Actuemos: Preguntémonos en este día si somos o no, personas de confianza. Pidamos al Señor, la gracia de mejorar aquello que nos impide serlo.
Profundicemos: La confianza nos lleva a ser líderes y personas propositivas (Libro: Del sueño a la conquista).