“Recibirán en este tiempo cien veces más, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna”
(Jn 10, 30)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Acababa de pasar la escena del joven rico que no tuvo el valor de dejarlo todo para seguir a Jesús, Pedro entonces dijo a Jesús: ya ves que nosotros si lo hemos dejado todo y te hemos seguido; y Jesús le aseguró que quien ha dejado todo lo que es indispensable para vivir, por seguirlo a él, recibirá en el presente el ciento por uno, es decir casas, hermanos, madres, hijos y haciendas y en el futuro recibirá la vida eterna.
Pero Jesús añade un detalle que es bueno tener en cuenta: Todo lo anterior si lo recibiremos, pero con persecuciones porque son estas las que darán fecundidad a nuestro seguimiento, por eso Jesús ya nos había dicho que quien quiere seguirlo tiene que cargar su propia cruz.
Reflexionemos: Sabiendo que es así nuestro camino con Jesús, ¿estoy realmente dispuesto a seguirlo? ¿Tengo la seguridad de que estando con Jesús nunca habrán cruces que superan mis fuerzas? ¡Señor, dame el valor y la alegría de seguirte!
Oremos: Señor, también nosotros te hemos seguido, seguros, de que estando contigo aunque perdamos todo, no perdemos nada: nuestra riqueza eres ¡Tú! afirma en nuestro corazón esta certeza. Amén.