“Mujer, este es tu hijo” (Jn 19, 26)
En este día en que celebramos la fiesta de María Auxiliadora, el evangelio nos invita a contemplar a la Virgen María junto al discípulo amado y otras mujeres, al pie de la cruz. Escena cargada de dolor por el intenso sufrimiento de Jesús en la cruz. Pese a ello, María permanece en pie, junto a él, acompañándolo en la hora más difícil de su vida. Jesús, se vale también de esta hora final para confiar a María la maternidad de todos sus discípulos y a estos últimos, la gran tarea cuidarla y reconocerla como su madre: “desde aquel momento el discípulo la recibió como su propia madre”. Como lo hizo con Jesús, María acompaña de cerca las horas difíciles de nuestra existencia. Confiémosle en este día en su advocación de Auxiliadora todos nuestros dolores, incertidumbres y sufrimientos. Que a partir de ellos, nosotros podamos unir mucho más nuestra vida a ella, quererla y honrarla como nuestra madre del cielo.
Reflexionemos:
¿Tenemos a María como nuestra madre del cielo?, ¿cómo podemos unir nuestra vida más a ella, especialmente en este mes de mayo?
Oremos:
Gracias, Virgen María, por acompañar de cerca nuestros pasos y fortalecernos en los momentos más difíciles de nuestra existencia. Ayúdanos, a tenerte siempre como nuestra madre del cielo y caminar de tu mano todos los días. Amén.
Recordemos:
María es el mayor regalo que Jesús nos confió.
Actuemos:
Recemos en familia el Santo Rosario confiando a María las dificultades, los problemas o sufrimientos que vivimos.
Profundicemos:
María Auxiliadora es una de las advocaciones marianas de mayor acogida en el mundo. Conocer de cerca su historia nos ayudará a descubrir los valores que ella como madre y mujer nos da (Libro: Novena a María Auxiliadora).