Nacimiento de Juan el Bautista
(Lucas 1, 57-66)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
Hoy como Iglesia celebramos el nacimiento de Juan el Bautista, un personaje que imprime novedad a la historia de la humanidad, porque como lo dice san Lucas: “se veía cómo la mano de Dios lo conducía”. Desde el nombre que llevará: “Juan” ya es un designio Divino, que significa la misericordia de Dios, y se manifiesta su acción en de Isabel. La alegría por la llegada de una nueva vida se hace una participación comunitaria. “Sus vecinos y parientes se enteraron de la gran misericordia que el Señor había tenido con ella y fueron a felicitarla”. Abre el corazón a la fe y al regocijo por la intervención de Dios. Zacarías recobra la voz, y proclama su oración de alabanza, en él se fortalece el gozo y la esperanza en la vida y misión que tiene de acercar al pueblo a Dios como sacerdote con su oración y servicio al templo. Para nosotros el Evangelio hoy con esta celebración nos recuerda que en cada vida que nace, Dios nos renueva su amor, nos dice que es el Dios cercano que llegó para habitar nuestra tierra.
Reflexionemos: ¿Cómo mi manifiesto mi experiencia de fe en el hoy de nuestra historia?
Oremos: Señor, ayúdame a confiar, a cultivar mí fe acogiendo tu presencia en la vida de los otros. Amén
Recordemos: “Cuando a Isabel le llegó el tiempo del parto, dio a luz un hijo varón. Sus vecinos y parientes se enteraron de la gran misericordia que el Señor había tenido con ella y fueron a felicitarla”
Actuemos: Hoy ofreceré un poco de mi tiempo para ayudar a preparar la navidad para un niño que se encuentre en situación de vulnerabilidad.
Profundicemos: Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su alianza y sus mandatos. El Señor se confía a los que le temen y les da a conocer su alianza. (Sal. 24)
Te invitamos a profundizar La Palabra de Dios con el Misal popular .