22 de octubre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura del libro de Isaías 45, 1. 4-6

Esto dice el Señor a Ciro, a quien hizo ungir como rey, a quien tomó de la mano, para humillar ante él a las naciones y desarmar a los reyes, para que abran ante él las ciudades sus puertas y nadie pueda cerrarlas: “En atención a Jacob, mi servidor, a Israel, mi pueblo elegido, te llamé por tu nombre y te doy un título sin que tú me conozcas. Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay dios alguno. Aun-que no me conoces, de mí recibes la investidura, para que se sepa de oriente hasta occidente que no hay nadie más fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay otro”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo responsorial 95, 1. 3-5. 7-10

R. Aclamen la gloria y el poder del Señor.

Canten al Señor un cántico nuevo, cante al Señor toda la tierra. Cuenten a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones / R.
Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. Pues los dioses de los gentiles no son nada, mientras que el Señor ha hecho el cielo / R.
Familias de los pueblos, aclamen al Señor, aclamen la gloria y el poder del Señor; aclamen la gloria del nombre del Señor, entren en sus atrios trayéndole ofrendas / R.
Póstrense ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. Digan a los pueblos: “El Señor es rey: Él gobierna a los pueblos rectamente” / R.

Segunda Lectura

Comienzo de la Primera Carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1, 1-5b

Pablo, Silvano y Timoteo saludan a la Iglesia de los tesalonicenses convocada por Dios Padre y por el Señor Jesucristo. Que Dios les conceda su amor y su paz. En todo momento damos gracias a Dios por todos ustedes, al mencionarlos en nuestras oraciones. Y constantemente recordamos ante Dios nuestro Padre su fe tan activa, su amor tan sacrificado y su esperanza en nuestro Señor Jesucristo tan firme en el sufrimiento. Sabemos muy bien, hermanos amados de Dios, que Él los eligió a ustedes; pues el Evangelio que predicamos no llegó a ustedes solo con palabras, sino con el poder de Dios, y con la fuerza del Espíritu Santo y la plenitud de los dones divinos.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Aclamación antes del Evangelio (Flp 2, 15d. 16a)

Ustedes brillan como astros que iluminan el mundo, fieles a la Palabra que da vida.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 15-21

“Devuelvan al emperador lo que es del emperador,
pero devuelvan también a Dios lo que es de Dios”

Se reunieron en Jerusalén los fariseos y tomaron la de-cisión de hacerle a Jesús una pregunta compromete-dora. Mandaron, pues, a algunos de sus seguidores, junto con los partidarios de Herodes, a preguntarle: “Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad y sin respeto humano, pues no buscas el favor de nadie. Dinos cuál es tu opinión. ¿Está permitido pagar impuesto al emperador o no?”. Jesús, dándose cuenta de su mala fe, les dijo: “¡Hipócritas! ¿Por qué me ponen trampas? Muéstrenme la moneda del impuesto”. Ellos le entregaron un denario. Él entonces les preguntó: “¿De quién son esta imagen y esta inscripción?”. Ellos le contestaron: “Del emperador”. Entonces les replicó Jesús: “Pues de-vuelvan al emperador lo que es del emperador, pero devuelvan también a Dios lo que es de Dios”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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