11 de Diciembre

¿Eres tú el que debe venir, o tenemos que esperar a otro?

(Mateo 11, 2-11)

 

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

Juan desde la cárcel envía a sus discípulos a preguntar a Jesús, “¿Eres tú el que debe venir, o tenemos que esperar a otro?”. Porque para él también es sorprendente escuchar hablar de las obras de Jesús, tal vez él esperaba un Mesías poderoso y quizás juez implacable, y lo que escucha de él es contrastante porque es un hombre humilde que se compadece de aquellos que sufren. Pero Jesús responde de una manera inesperada. “Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos recobran la vista, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios de su enfermedad, y los sordos oyen; resucitan los muertos, y a los pobres se les anuncia la buena noticia. Es decir, asociar lo que están viendo con lo ya anunciado por el profeta Isaías. Seguidamente Jesús en el evangelio hace una serie de preguntas a sus interlocutores y que tienen que ver con Juan el Bautista valorando su misión hasta su llegada como Mesías Salvador: “Es de él de quien dice la Escritura: ‘Yo envío a mi mensajero delante de ti para que te prepare el camino’. Les aseguro que no ha nacido de mujer nadie más grande que Juan el Bautista. Y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que él”.

 

Reflexionemos: ¿Qué idea tengo del Señor como Mesías Salvador? Cuando a diario en los noticieros nos enteramos de realidades duras, de mucho sufrimiento y dolor. ¿Qué hago para hacer presente el Reino entre nosotros?

 

Oremos: Dios salvador nuestro, fortalece mi voluntad para no decaer en mi compromiso de ser testigo de tu reino de amor y verdad. Amén.

 

Recordemos: “Les aseguro que no ha nacido de mujer nadie más grande que Juan el Bautista. Y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que él”.

 

Actuemos: Teniendo presente el mandato de Jesús: “Vayan y cuenten” viviré gozoso éste día agradeciendo al Señor por todo el bien que obra en mí.

 

Profundicemos:

“A nosotros se nos pide ser instrumentos de misericordia, conscientes de que seremos juzgados sobre esto. Quién ha sido bautizado sabe que tiene un mayor compromiso. La fe en Cristo nos lleva a un camino que dura toda la vida: el de ser misericordiosos como el Padre”. Papa Francisco.

 

Te invitamos a profundizar La Palabra de Dios con el Misal popular .

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