“No enseñaba como los escribas, sino con autoridad”
(Mc 1, 22)
Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida
El evangelio de este día nos lleva a reconocer la fuerza y la autoridad que tenía la enseñanza de Jesús. Una enseñanza diferente que sorprendía a todos porque partía de su propio testimonio de vida, ponía en práctica aquello que decía y tenía la facultad de enfrentar al mal: “¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen”. La autoridad de Jesús nos llama también a nosotros hoy a ser personas valientes, capaces de defender nuestros valores y creencias ante la superficialidad o la indiferencia de la sociedad actual. Pidamos al Señor, en este día, que como Él podamos liberar con nuestro testimonio de vida a tantas personas atrapadas por el mal del egoísmo, la comodidad o la autoreferencialidad.
Reflexionemos: ¿Actuamos de manera coherente con aquello que creemos?, ¿qué enseñanza nos deja la autoridad de Jesús?
Oremos: Enséñanos, Señor, a llevar cada vez más a nuestra vida tus enseñanzas y actuar siempre de manera coherente. Amén.
Recordemos: La autoridad de Jesús parte de su propio testimonio de vida.
Actuemos: Pidamos perdón al Señor en este día por las veces en que no somos coherentes con su Palabra.
Profundicemos: Ser personas con autoridad es ante todo vivir en la propia vida las enseñanzas de la Palabra (Libro: A la escuela del maestro 2023).