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Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 12-18

Hermanos: Que el pecado no siga reinando en su cuerpo mortal, sometiéndose a sus deseos; no pongan sus miembros al servicio del pecado, como instrumentos de injusticia; antes bien, ofrézcanse a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la muerte, y pongan sus miembros al servicio de Dios, como instrumentos de la justicia. Porque el pecado no ejercerá su dominio sobre ustedes: pues no están bajo ley, sino bajo gracia. Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, puesto que no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡En absoluto! ¿No saben que, cuando ustedes se ofrecen a alguien como esclavos para obedecerlo, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen: bien del pecado, para la muerte; bien de la obediencia, para la justicia? Pero gracias sean dadas a Dios, porque eran esclavos del pecado, mas han obedecido de corazón al modelo de doctrina al que fueron entregados; liberados del pecado, ustedes se han hecho esclavos de la justicia.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 12, 1-8

R. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte –que lo diga Israel–, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros / R.
Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas impetuosas. Bendito el Señor, que no nos entregó en presa a sus dientes / R.
Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra / R.

Aclamación antes del Evangelio (Mt 24, 42a. 44)

Estén en vela y preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 39-48

“Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Comprendan que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo ustedes, estén preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre”. Pedro le dijo: “Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?”. Y el Señor dijo: “¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad les digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijere para sus adentros: ‘Mi señor tarda en llegar’, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura del Profeta Jeremías 31, 1-7

En aquel tiempo –oráculo del Señor–, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo. Así dice el Señor: “Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos. Con amor eterno te amé, por eso prolongué mi misericordia. Todavía te construiré, y serás reconstruida, doncella de Israel; todavía te adornarás y saldrás con panderos a bailar en corros; todavía plantarás viñas en los montes de Samaría, y los que plantan cosecharán. ‘Es de día’ gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: ‘Levántense y marchemos a Sion, al Señor nuestro Dios’”. Porque así dice el Señor: “Griten de alegría por Jacob, regocíjense por el mejor de los pueblos: proclamen, alaben y digan: ‘El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel’”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 149, 1-6a. 9b

R. El Señor ama a su pueblo.

Canten al Señor un cántico nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que se alegre Israel por su Creador, los hijos de Sion por su Rey / R.
Alaben su nombre con danzas, cántenle con tambores y cítaras; porque el Señor ama a su pueblo y adorna con la victoria a los humildes / R.
Que los fieles festejen su gloria y canten jubilosos en filas: con vítores a Dios en la boca; es un honor para todos sus fieles / R.

Aclamación antes del Evangelio (Si 39, 14)

Los pueblos contarán su sabiduría y la asamblea anunciará su alabanza.

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30

“Soy manso y humilde de corazón”

En aquel tiempo: exclamó Jesús: “Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4, 20-25

Hermanos: Abrahán ante la promesa divina no cedió a la incredulidad, sino que se fortaleció en la fe, dando gloria a Dios, pues estaba persuadido de que Dios es capaz de hacer lo que promete; por lo cual le fue contado como justicia. Pero que “le fue contado” no está escrito solo por él; también está escrito por nosotros, a quienes se nos contará: nosotros, los que creemos en el que resucitó de entre los muertos a Jesucristo nuestro Señor, el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitó para nuestra justificación.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial Lc 1, 69-75

R. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo.

Suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas / R.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza / R.
Y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días / R.

Aclamación antes del Evangelio (Mt 5, 3)

Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 13-21

“¿De quién será lo que has preparado?”

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: “Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia”. Él le dijo: “Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes? Y les dijo: “Miren: guárdense de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes”. Y les propuso una parábola: “Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: ‘¿Qué haré? No tengo dónde almacenar la cosecha’. Y se dijo: ‘Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente’. Pero Dios le dijo: ‘Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y, ¿de quién será lo que has preparado?’. Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13

En aquellos días, Amalec vino y atacó a Israel en Refidín. Moisés dijo a Josué: “Escoge unos cuantos hombres, haz una salida y ataca a Amalec. Mañana yo estaré en pie en la cima del monte, con el bastón de Dios en la mano”. Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; entre tanto, Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte. Mientras Moisés tenía en alto las manos, vencía Israel; mientras las tenía bajadas, vencía Amalec. Y, como le pesaban los brazos, sus compañeros tomaron una piedra y se la pusieron debajo, para que se sentase; mientras, Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así resistieron en alto sus brazos hasta la puesta del sol. Josué derrotó a Amalec y a su pueblo, a filo de espada.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 120, 1-8

R. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio? El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra / R.
No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme; no duerme ni reposa el guardián de Israel / R.
El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha; de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche / R.
El Señor te guarda de todo mal, Él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre / R.

Segunda Lectura

Lectura de la Segunda Carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14 – 4, 2

Querido hermano: Permanece en lo que aprendiste y creíste, consciente de quiénes lo aprendiste, y que desde niño conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios y además útil para enseñar, para argüir, para corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para toda obra buena. Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, por su manifestación y por su reino: proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, reprocha, exhorta con toda magnanimidad y doctrina.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Aclamación antes del Evangelio (Hb 4, 12)

La Palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8

“Dios hará justicia a sus elegidos que claman ante Él”

En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer. “Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: ‘Hazme justicia frente a mi adversario’. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme’”. Y el Señor añadió: “Fíjense en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante Él día y noche?; ¿o le dará largas? Les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura de la Segunda Carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 9-17a

Querido hermano: Dimas me ha dejado, enamorado de este mundo presente, y se ha marchado a Tesalónica; Crescente se ha ido a Galacia; Tito, a Dalmacia; solo Lucas está conmigo. Coge a Marcos y tráetelo contigo, pues me ayuda bien en la tarea. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. El abrigo que dejé en Troas, en casa de Carpo, tráetelo al venir, y los libros también, sobre todo los de pergamino. Alejandro, el metalúrgico, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le pagará lo que ha hecho. Ten cuidado con él también tú, porque se opuso violentamente a mis palabras. La primera vez que me defendí, todos me abandonaron, y nadie me asistió. Que Dios los perdone. Pero el Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 145, 10-13ab. 17-18

R. Que tus fieles, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.

Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, que te bendigan tus fieles; que proclamen la gloria de tu reinado, que hablen de tus hazañas / R.
Explicando tus hazañas a los hombres, la gloria y majestad de tu reinado. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va de edad en edad / R.
El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente / R.

Aclamación antes del Evangelio (Cf. Jn 15, 16)

Yo los he elegido del mundo, para que vayan y den fruto, y su fruto perdure –dice el Señor.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 10, 1-9

“La mies es abundante y los obreros pocos”

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir Él. Y les decía: “La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos. No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: ‘Paz a esta casa’. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa. Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les pongan, curen a los enfermos que haya, y digan: ‘Está cerca de ustedes el reino de Dios’”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 4, 1-8

Hermanos: ¿Qué diremos que obtuvo Abrahán, nuestro padre según la carne? Si Abrahán fue justificado en virtud de las obras, tiene un timbre de gloria, pero no delante de Dios; pues, ¿qué dice la Escritura? “Abrahán creyó a Dios y le fue contado como justicia”. A alguien que trabaja, el jornal no se le cuenta como gracia, sino como algo debido; en cambio, a alguien que no trabaja, sino que cree en el que justifica al impío, la fe se le cuenta como justicia. Del mismo modo, también David proclama la bienaventuranza de aquel a quien Dios le cuenta la justicia independientemente de las obras. “Bienaventurados aquellos a quienes se les perdonaron sus maldades y les sepultaron sus delitos; bienaventurado aquel a quien el Señor no le ha contado el pecado”.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 32, 1-5. 11

R. Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación.

Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito y en cuyo espíritu no hay engaño / R.
Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito; propuse: “Confesaré al Señor mi culpa”, y tú perdonaste mi culpa y mi pecado / R.
Alégrense, justos, y gocen con el Señor; aclámenlo los de corazón sincero / R.

Aclamación antes del Evangelio (Sal 32, 22)

Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 12, 1-7

“Hasta los cabellos de su cabeza están contados”

En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: “Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digan en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digan al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea. A ustedes les digo, amigos míos: no tengan miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. Les voy a enseñar a quién tienen que temer: teman al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la ‘gehenna’. A ese tienen que temer, se lo digo yo. ¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se olvida Dios. Más aún, hasta los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo: valen más que muchos pájaros”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 3, 21-30a

Hermanos: Ahora, sin la ley se ha manifestado la justicia de Dios, atestiguada por la ley y los profetas; justicia de Dios por la fe en Jesucristo para todos los que creen. Pues no hay distinción, ya que todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención realizada en Cristo Jesús. Dios lo constituyó medio de propiciación mediante la fe en su sangre, para mostrar su justicia pasando por alto los pecados del pasado en el tiempo de la paciencia de Dios; actuó así para mostrar su justicia en este tiempo, a fin de manifestar que era justo y que justifica al que tiene fe en Jesús. Y ahora, ¿dónde está la gloria? Queda eliminada. ¿En virtud de qué ley? ¿De la ley de las obras? No, sino en virtud de la ley de la fe. Pues sostenemos que el hombre es justificado por la fe, sin obras de la ley. ¿Acaso Dios lo es solo de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? También lo es de los gentiles, si es verdad que no hay más que un Dios.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 129, 1-5

R. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa.

Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica / R.
Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto / R.
Mi alma espera en el Señor, espera en su Palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora / R.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 14, 6)

Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida –dice el Señor–; nadie va al Padre, sino por mí.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 47-54

“Se pedirá cuenta de la sangre de los profetas, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías”

En aquel tiempo, dijo el Señor: “¡Ay de ustedes, que edifican mausoleos a los profetas, a quienes mataron sus padres! Así son testigos de lo que hicieron sus padres, y lo aprueban; porque ellos los mataron y ustedes les edifican mausoleos. Por eso dijo la sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán’; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, les digo: se le pedirá cuenta a esta generación. ¡Ay de ustedes, maestros de la ley, que se han apoderado de la llave de la ciencia: ustedes no han entrado y a los que intentaban entrar se lo han impedido!”. Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su boca.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 2, 1-11

Tú que te eriges en juez, sea quien seas, no tienes excusa, pues, al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque haces las mismas cosas, tú que juzgas. Sabemos que el juicio de Dios contra los que hacen estas cosas es según la verdad. ¿Piensas acaso, tú que juzgas a los que hacen estas cosas pero actúas del mismo modo, que vas a escapar del juicio divino? ¿O es que desprecias el tesoro de su bondad, tolerancia y paciencia, al no reconocer que la bondad de Dios te lleva a la conversión? Con tu corazón duro e impenitente te estás acumulando cólera para el día de la ira, en que se revelará el justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno según sus obras: vida eterna a quienes, perseverando en el bien, buscan gloria, honor e incorrupción; ira y cólera a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia. Tribulación y angustia sobre todo ser humano que haga el mal, primero sobre el judío, pero también sobre el griego; gloria, honor y paz para todo el que haga el bien, primero para el judío, pero también para el griego; porque en Dios no hay acepción de personas.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 62, 2-3. 6-7. 9

R. El Señor paga a cada uno según sus obras.

Solo en Dios descansa mi alma, porque de Él viene mi salvación; solo Él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré / R.
Descansa solo en Dios, alma mía, porque Él es mi esperanza; solo Él es mi roca y mi salvación, mi alcázar: no vacilaré / R.
Pueblo suyo, confía en Él, desahoguen ante Él su corazón, que Dios es nuestro refugio / R.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 10, 27)

Mis ovejas escuchan mi voz –dice el Señor–, y yo las conozco, y ellas me siguen.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 42-46

“¡Ay de ustedes, fariseos!”.
“¡Ay de ustedes también, maestros de la ley!”

En aquel tiempo, dijo el Señor: “¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasan por alto el derecho y el amor de Dios! Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, que les encantan los asientos de honor en las sinagogas y los saludos en las plazas! ¡Ay de ustedes, que son como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!”. Le replicó un maestro de la ley: “Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros”. Y Él dijo: “¡Ay de ustedes también, maestros de la ley, que cargan a los hombres cargas insoportables, mientras ustedes no tocan las cargas ni con uno de sus dedos!”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 16-25

Hermanos: No me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree, primero del judío, y también del griego. Porque en él se revela la justicia de Dios de fe en fe, como está escrito: “El justo por la fe vivirá”. La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que tienen la verdad prisionera de la injusticia. Porque lo que de Dios puede conocerse les resulta manifiesto, pues Dios mismo se lo manifestó. Pues lo invisible de Dios, su eterno poder y su divinidad, son perceptibles para la inteligencia a partir de la creación del mundo a través de sus obras; de modo que son inexcusables, pues, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias; todo lo contrario, se ofuscaron en sus razonamientos, de tal modo que su corazón insensato quedó envuelto en tinieblas. Alardeando de sabios, resultaron ser necios y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre mortal, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles. Por lo cual Dios los entregó a las apetencias de su corazón, a una impureza tal que degradaron sus propios cuerpos; es decir, cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y dando culto a la criatura y no al Creador, el cual es bendito por siempre. Amén.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 19, 2-5

R. El cielo proclama la gloria de Dios.

El cielo proclama la gloria de Dios, el firmamento pregona la obra de sus manos: el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra / R.
Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje / R.

Aclamación antes del Evangelio (Hb 4, 12)

La Palabra de Dios es viva y eficaz; juzga los deseos e intenciones del corazón.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 37-41

“Den limosna, y lo tendrán limpio todo”

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: “Ustedes, los fariseos, limpian por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosan de rapiña y maldad. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Con todo, den limosna de lo que hay dentro, y lo tendrán limpio todo”.

S: Palabra de Dios

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Primera Lectura

Comienzo de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 1, 1-7

Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para el Evangelio de Dios, que fue prometido por sus profetas en las Escrituras Santas y se refiere a su Hijo, nacido de la estirpe de David según la carne, constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad por la resurrección de entre los muertos: Jesucristo, nuestro Señor. Por Él hemos recibido la gracia del apostolado, para suscitar la obediencia de la fe entre todos los gentiles, para gloria de su nombre. Entre ellos se encuentran también ustedes, llamados de Jesucristo. A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados santos, gracia y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

Salmo Responsorial 98, 1-4

R. El Señor da a conocer su salvación.

Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo / R.
El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel / R.
Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; griten, vitoreen, toquen / R.

Aclamación antes del Evangelio (Sal 94, 8ab)

No endurezcan hoy su corazón; escuchen la voz del Señor.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 29-32

“A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás”

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y Él se puso a decirles: “Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás”.

S: Palabra de Dios

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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