
He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz. Pero a ustedes, los que temen mi nombre, los iluminará un sol de justicia y hallarán salud a su sombra.
L: Palabra de Dios
T: Te alabamos, Señor
R. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Tañan la cítara para el Señor, suenen los instrumentos: con clarines y al son de trompetas, aclamen al Rey y Señor / R.
Retumbe el mar y cuanto contiene, la tierra y cuantos la habitan; aplaudan los ríos, aclamen los montes / R.
Al Señor, que llega para regir la tierra / R.
Regirá el orbe con justicia y los pueblos con rectitud / R.
Hermanos: Ya saben ustedes cómo tienen que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre ustedes sin trabajar, no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de ustedes. No porque no tuviéramos derecho, sino para darles en nosotros un modelo que imitar. Además, cuando estábamos entre ustedes, les mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma. Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo. A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan.
L: Palabra de Dios
T: Te alabamos, Señor
Levántense, alcen la cabeza, se acerca su liberación.
“Con su perseverancia salvarán sus almas”
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: “Esto que contemplan, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?”. Él dijo: “Miren que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: ‘Yo soy’, o bien: ‘Está llegando el tiempo’; no vayan tras ellos. Cuando oigan noticias de guerras y de revoluciones, no tengan pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida”. Entonces les decía: “Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo. Pero antes de todo eso les echarán mano, los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndolos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto les servirá de ocasión para dar testimonio. Por ello, métanse bien en la cabeza que no tienen que preparar su defensa, porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario de ustedes. Y hasta sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos los entregarán, y matarán a algunos de ustedes, y todos los odiarán a causa de mi nombre. Pero ni un cabello de su cabeza perecerá; con su perseverancia salvarán sus almas”.
S: Palabra de Dios
T: Gloria a ti, Señor Jesús

