El Beato Alberione, fue un hombre muy sensible para indagar en los “signos de los tiempos”, su voluntad de servir a la Iglesia y a la humanidad, su intuición para dar valor a las realidades terrenas enfocándolas en la evangelización, lo llevaron a crear en la Iglesia un nuevo impulso misionero que se podría sintetizar así:
Hoy las Hijas de san Pablo, han incursionado de lleno en el mundo digital a través de sus librerías virtuales, programas de ayuda pedagógica virtual, pero no solo esto, también haciendo presencia en las redes sociales, con sus canales ricos en contenido a nivel humano y espiritual; con las aulas virtuales ofreciendo itinerarios de formación integral online, con diplomados en teología, catequesis, biblia, espiritualidad, comunicación y nuevas tecnologías, webinar, podcast y talleres de emprendimiento entre otros.
Y siempre viviendo lo que nos pide la Iglesia en su pensamiento ante la evolución tecnológica y la inteligencia artificial (58 Mensaje del Papa Francisco en la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales): estamos llamados a crecer juntos en humanidad y como humanidad. Estamos en una sociedad compleja, multitecnica, pluralista, multireligiosa y multicultural. La revolución digital puede hacernos más libres, pero no ciertamente si nos dejamos atrapar por los fenómenos mediáticos. La información no puede separarse de la relación existencial: implica el cuerpo, el estar en la realidad, poner en relación no solo datos, sino también experiencias; exige el rostro, la mirada, y la compasión más que el intercambio. Tenemos la certeza que la comunicación global, empieza por esta comunicación interpersonal.