El evangelista Lucas, nos narra la elección de los Doce por parte de Jesús. Sabemos que “Jesús salió al monte a orar y paso la noche orando a Dios” antes de la elección de los apóstoles. Oró para saber a quienes escoger y escogió a los Doce, cuyos nombres aparecen en los evangelios y recibirán luego el nombre de apóstol. La palabra “apóstol” viene del griego (Apostolo), que significa enviado, o mensajero. Ellos fueron llamados para una misión, la misma que Jesús recibió del Padre. La misión es grande, se necesitan hombres de fe, capaces de renovar su vida a la luz del Espíritu, que se dejen transformar y que tengan deseo de convertirse. Una vez elegidos los apóstoles, son enviados a predicar. Primero Jesús los lleva, los forma, les enseña y muestra su poder sanador. Es una formación esencial para poder llevar a cabo la misión. La invitación que nos hace el evangelio de hoy, es a reflexionar sobre nuestra propia misión y la formación que debemos adquirir para ser unos auténticos seguidores de Jesús. Al igual que los apóstoles, cada uno de nosotros ha sido llamado a ser testigo del amor de Dios en el lugar que nos encontremos. Sin necesidad de grandes hazañas, con pequeños actos de amor y servicio en nuestra vida diaria.
Muchas veces tomamos decisiones rápidas sin consultar a Dios. ¿Busco a Dios en la oración antes de tomar decisiones?
Señor, Jesús, dame la gracia de aprender a escuchar y acoger tus llamados. Ayúdame a reconocer los lugares o las personas donde quieres que vaya, y servirte para tu mayor gloria. Amén.
Elige una decisión pendiente y llévala a la oración.
Sabemos que la oración es una clave espiritual para vivir hoy. Jesús ora, llama y sana. Cada uno de estos gestos revela su estilo de vida y lo propone a quienes quieren seguirlo de verdad.