9 de septiembre

Escucha La Palabra de Dios para cada día

 

Primera Lectura

Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 21-23

Hermanos: Ustedes, en otro tiempo, estaban también alejados y eran enemigos por sus pensamientos y malas acciones; ahora en cambio, por la muerte que Cristo sufrió en su cuerpo de carne, Dios los ha reconciliado para ser admitidos a su presencia santos, sin mancha y sin reproche, a condición de que permanezcan cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza del Evangelio que han escuchado: el mismo que se proclama en la creación entera bajo el cielo, del que yo, Pablo, he llegado a ser servidor.

L: Palabra de Dios

T: Te alabamos, Señor

 

Salmo responsorial 53, 3-4. 6. 8

R. Dios es mi auxilio.

Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras / R.

Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno / R.

Aclamación antes del Evangelio (Jn 14, 6) 

Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida –dice el Señor–; nadie va al Padre, sino por mí.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 1-5

“¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”

Un sábado, iba Jesús caminando por medio de un sembrado y sus discípulos arrancaban y comían espigas, frotándolas con las manos. Unos fariseos dijeron: “¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?”. Respondiendo Jesús, les dijo: “¿No han leído lo que hizo David, cuando él y sus compañeros sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, y tomando los panes de la proposición, que solo está permitido comer los sacerdotes, comió él y dio a los que estaban con él”. Y les decía: “El Hijo del hombre es señor del sábado”.

S: Palabra del Señor                                     

T: Gloria a ti, Señor Jesús

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