“Él se abrió paso entre ellos y se alejó” (Lc 4, 30)
En este día en que celebramos el Día Internacional de la Mujer, el evangelio nos lleva a recordar en la viuda de Sarepta a todas las mujeres que gracias a su fe y a su solidaridad, alcanzaron el favor de Dios. Ella, una mujer viuda, pobre y pagana, en tiempo de hambruna fue capaz de compartir la poca harina que tenía para sobrevivir con el profeta Elías. Dios premió su fe y no le faltó ni la harina, ni el aceite para alimentarse junto a su hijo. Jesús retoma su historia al inicio de su predicación en la sinagoga de Nazaret, al igual que la de Naamán el sirio, para mostrar como una mujer y un hombre pagano, fueron capaces de reconocer en las mediaciones de Elías y Eliseo, la presencia de Dios; mientras que muchos de los que escuchaban sus enseñanzas en Nazaret no reconocían en él, a un profeta de Dios. De allí que al final del relato intenten acabar con su vida. Pese a ello, Jesús sigue su camino y se aleja. Pidamos al Señor que nos ayude a reconocer su presencia en las personas que pone a diario en nuestro camino y nos conducen a él. También una fe confiada y servicial como la de la viuda de Sarepta.
Actitud: Fe.
Reflexionemos:
¿Reconocemos a Dios en las diferentes mediaciones que pone en nuestro camino?, ¿qué enseñanza nos deja la fe de la viuda de Sarepta?
Oremos:
Enséñanos, Señor, a reconocer tu presencia en las diferentes mediaciones que pones a diario en nuestra vida para ir a tu encuentro. A confiar como la viuda de Sarepta que nunca dejarás de darnos la harina y el aceite necesario, para alimentarnos cada día. Amén
Recordemos:
Cuando compartimos con generosidad aquello que tenemos nunca nos faltará el alimento cotidiano.
Actuemos:
Agradezcamos al Señor, en este día, por las personas que llegan a nuestra vida y con sus palabras o acciones nos llevan a su encuentro.
Profundicemos:
La fe es un don que recibimos de Dios y que nos conduce a su encuentro. Una virtud que es preciso cultivar y poner al servicio de los demás (Libro: Jacinta. La profecía. La historia de una pequeña guiada por la fe).