Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Solemnidad. B. ¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!
(Lucas 1, 26-38)
Permitamos que la Palabra del Señor toque nuestra vida
La inmaculada concepción de María es una fiesta que llena de gozo nuestro corazón. Muchos niños reciben en este día a Jesús por primera vez en su corazón y muchos jóvenes hombres y mujeres consagran a Dios su vida, inspirados en la santidad que irradia la Virgen Madre inmaculada. Todos ellos de uno u otro modo exaltan la virginidad y la pureza de corazón de quien opta por Jesús como el amor que colma su existencia humana.
En el evangelio de hoy vemos como es Dios quien toma siempre la iniciativa de conquistar el corazón de las personas para colmarlas de Su amor, el único que puede saciar nuestra sed de amor que es infinita. El Arcángel Gabriel es enviado a Nazaret para llevar a María el gran anuncio de la predilección de Dios que la ha escogido para ser Madre del Hijo de Dios. “Salve, llena de gracia” le dice el mensajero de Dios. Y la virgen niña, que queda asombrada ante un saludo tan especial; escucha de nuevo la voz del Ángel que le dice: “No temas María, Dios complacido por Ti, te ha elegido como Madre del Mesías: Concebirás al Hijo del Altísimo, a quien Dios dará el trono de David su padre y su Reino no acabará jamás”.
La Virgen Niña expresa con sencillez su pequeñez: “yo soy virgen”. Y el Ángel le deja comprender que por su pequeñez Dios la ha escogido para ser Madre de Su Hijo; este era su “querer”. Y Ella, que siempre amó la voluntad de Dios, se puso a Su disposición: humildemente “Yo soy la esclava del Señor, que Su palabra se cumpla en mí” Al celebrar con gozo la grandeza y santidad humilde de María,
Reflexionemos:
preguntémonos: ¿Cómo afecta mi vida la celebración de María inmaculada? ¿Qué siento que el Señor me pide en este día? ¡María dame un corazón puro y dócil como el tuyo!
Oremos:
Gracias Padre Dios, por tu predilección con María, a quien asociaste a Tu misterio haciéndola Madre de Tu Hijo. En ella anticipas espléndidamente la santidad que otorgas a todos los seguidores de Jesús su hijo. Amén
Recordemos:
“¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”. Ella se sorprendió al oír estas palabras y se puso a pensar qué significaría ese saludo. El ángel le dijo: “No temas, María, que Dios ha tenido predilección por ti.
Actuemos:
Hoy tendré un momento de encuentro con María para confrontar mi vida con la suya e implorar la gracia de guardar siempre puro el corazón para agradar a Dios.
Profundicemos:
El dogma de la Inmaculada Concepción de María, fue proclamado el día 8 de Diciembre de 1854 por el papa Pío IX; en él se afirma que la santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha del pecado desde el momento de su concepción; que ha sido revelado por Dios y por lo tanto, debe ser constantemente creído por los fieles.
Libro: Novena a nuestra Señora de Lourdes