“Esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir” (Mc 12, 44)
En el evangelio de este día, Jesús continúa enseñando en el Templo de Jerusalén. Mientras lo hace, observa como las personas depositaban sus donaciones en el arca de las ofrendas. De repente ve a una viuda pobre que a diferencia de los ricos, solo echa dos reales en el arca. Inmediatamente llama a sus discípulos para alabar y resaltar la generosidad de la mujer: “Les aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir”. Esta bella historia de la ofrenda de la viuda pobre, nos lleva a reconocer que siempre tenemos algo que compartir con los demás, poco o mucho; así mismo, que aquello que realmente cuenta es la disposición que tengamos de compartir y salir al encuentro de las necesidades de los otros. Pidamos al Señor, en este día, que frente a las carencias materiales que vivimos por la pandemia y la realidad social de nuestro país, nosotros nos movamos como la viuda pobre a compartir gratuitamente aquello que somos y tenemos.
Reflexionemos:
¿Somos generosos y solidarios con los demás?, ¿cómo podemos compartir más con aquellos que hoy pasan necesidad?
Oremos:
Danos, Señor, la capacidad de reconocer que siempre tenemos algo para compartir con los demás, sea a nivel material o espiritual. Que como la viuda pobre, nos movamos cada día a ofrendar nuestra vida, en el servicio y la generosidad hacia los más necesitados. Amén.
Recordemos:
Ser solidarios implica darnos con gratuidad.
Actuemos:
Solidaricémonos en este día, con alguna familia que pase necesidad.
Profundicemos:
La Eucaristía es la gran fiesta que nos enseña a compartir, con amor y gratuidad, aquello que somos y tenemos con los demás (Libro: La gran fiesta).