El texto del Evangelio de hoy nos dice que Jesús después de recibir la triste noticia de la muerte de Juan el Bautista, se retira a un lugar solitario, pero no logra su objetivo; allí lo alcanza la multitud y el tiempo que Él quería para estar a solas, lo invierte sanando enfermos y enseñando a la multitud. También propone un gran reto a sus discípulos: “Denles ustedes de comer”. Ellos ya habían encontrado la solución: “Despide a la gente…”. Pero Jesús responde que no hace falta. Ellos le respondieron: “Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados”. Jesús siempre está dispuesto a dar una solución a los problemas de las personas que recurren a Él. El Señor, al percibir a tantas personas hambrientas a su alrededor, les dice a sus discípulos: “Tráiganmelos aquí”. Jesús da el pan material a las gentes, pero Él sabe que también sienten hambre de Dios. En nuestra vida de fe, estamos llamados a responder a las necesidades de nuestros hermanos con amor y compasión, ya sean físicas, emocionales o espirituales. Pidámosle al Maestro Divino nos ayude a dar de comer a quien lo necesite.
Estamos viviendo el Año Jubilar, por lo tanto, estamos llamados a ser “Peregrinos de la Esperanza”. No esperemos que otros resuelvan las necesidades de los demás. Estamos llamados a ser parte de la respuesta, utilizando nuestros dones y recursos para el servicio de los demás.
Señor Jesús, Maestro Divino, aquí estoy con mis “panes y peces”. Ayúdame a confiar en el poder que tú tienes para que multipliques lo poco que te ofrezco y así pueda calmar las necesidades de tantos hermanos míos que me rodean. Amén.
La necesidad no termina con un solo acto de servicio. Por tanto, debo estar siempre dispuesto a servir y alimentar a quien más lo necesite.
Los apóstoles le ofrecieron a Jesús todo lo que tenían: “Solo cinco panes y dos peces”. Jesús hizo todo lo demás.
“Partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud”. Jesús no sació el hambre directamente, sino que lo hizo a través de sus discípulos. Les entregó los panes a ellos, y ellos, a su vez, los distribuyeron entre la multitud.