“¿Qué es esto? Una nueva manera de enseñar, con autoridad” (Mc 1, 27)
Llegamos hoy al cuarto domingo del Tiempo Ordinario y el evangelio nos lleva a Cafarnaún lugar de residencia de Jesús para contemplar la autoridad de sus enseñanzas. Es interesante percibir en el relato como Marcos compara la autoridad de Jesús con la de los escribas para mostrar que su autoridad radica en una nueva manera de comunicar las enseñanzas de Dios, capaz de dominar el mal que aqueja a las personas y devolverles su dignidad. Así mismo, transmitir a través de su propio testimonio de vida, el poder que le viene de Dios. Nosotros también como hijos de Dios estamos llamados a transmitir con autoridad las enseñanzas que cada día recibimos de Jesús en su Palabra, especialmente a partir de las buenas acciones que podamos hacer a favor de los demás. Pidamos al Señor que ante la coyuntura actual que vivimos, sepamos ser para nuestros seres queridos o personas cercanas, referentes de autoridad, es decir, testimonio de una vida coherente que transmita confianza, seguridad y protección a los demás.
Reflexionemos:
¿Somos referentes de autoridad para los demás?, ¿cómo podemos llevar más a nuestra vida las enseñanzas de Jesús?
Oremos:
Danos, Señor, la capacidad de llevar a nuestra vida tus enseñanzas, saberlas transmitir a través de las buenas acciones, los valores y los conocimientos que podamos poner al servicio de los demás. Amén.
Recordemos:
La autoridad de Jesús radica en su coherencia de vida.
Actuemos:
Presentemos al Señor en esta jornada, aquellas actitudes que necesitamos transformar para llevar una vida más coherente con sus enseñanzas.
Profundicemos:
La coherencia de vida nace de la capacidad que tengamos de reconocer nuestra propia realidad personal con sus dones y fragilidades. Igualmente, de la apertura a la gracia de Dios que nos transforma y nos hace personas libres para servir y amar (Libro: Un corazón libre).