Queridos amigos, han transcurrido los 365 días de este año que hoy llega a su final y los hemos vivido al ritmo de la Palabra de Dios, dejándonos acompañar por su pedagogía y su sabiduría divina, con las cuales ha iluminado nuestro caminar. Con un corazón agradecido despedimos este año entonando un canto de alabanza, el cual lo podemos hacer a una voz diciendo: Gracias señor por la vida, por los sueños alcanzados por el amor, por las personas que pusiste en mi camino y me ayudaron a ser mejor. Gracias por las risas por el canto, por el llanto, por todo aquello que llenó mi vida de felicidad. Gracias por el trabajo, por el pan cotidiano, por la salud, por la brisa suave, por los días de sol y de lluvias, por los días nublados en los que quizás no vi claramente tu mano y tu bondad que acompañaba mi caminar. Gracias por tus bendiciones con las que llenaste mis días y mis noches. También te pido perdón por mis silencios, mis temores, mis olvidos. Por la falta de comprensión, por las palabras y los gestos con los que no pude manifestar tu amor. Te agradezco y te ofrezco todo aquello que llevo en el corazón. Me abandono en ti y te ruego me permitas acoger el nuevo año confiando en tu protección. Amén.
Queridos amigos, Paulinas agradece la posibilidad y la oportunidad que nos dieron de entrar a sus hogares de acompañar su vida y el camino también de su familia con este espacio que nos permite entrar en oración. Queremos hacer nuestras las palabras del autor sagrado y con ello bendecir el nuevo año que iniciamos pidiendo al Señor la bendición en sus hogares, en sus lugares de trabajo, en la vida y en las luchas cotidianas. Pidiendo al señor que nos colme de paz y de esperanza, por eso decimos: “El Señor te bendiga y te guarde, haga resplandecer tu rostro sobre ti y te mire con buenos ojos. El Señor vuelva hacía ti, su rostro y te dé la paz”. El señor nos bendiga en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo. ¡Un feliz y bendecido 2023!
Te invitamos a profundizar La Palabra de Dios con el Misal popular .
