“Vamos a la otra orilla” (Mc 4, 35)
El Tiempo Ordinario nos permite acompañar de cerca el camino y los desafíos que tanto Jesús como sus discípulos vivieron en el anuncio del Reino de Dios. En el evangelio de hoy, Jesús invita a sus seguidores a cruzar la otra orilla del lago de Galilea y encaminarse a un territorio desconocido donde nuevos retos los esperaban, como el fuerte huracán que azota la barca en la cual navegaban. Episodio que mengua sus seguridades, los atemoriza y los lleva a sentirse abandonados por Jesús, al verlo dormir mientras el barco se hundía. El temor los conduce a despertar a Jesús y a reprocharle por haberlos dejado solos a su suerte. Jesús los salva de la tormenta pero confronta abiertamente su fe: “¿Por qué son tan cobardes? ¿Aún no tienen fe?”. Al igual que los discípulos muchas veces nosotros también nos llenamos de temor frente a las nuevas experiencias que llegan a nuestra vida y nos confrontan o nos desacomodan por la novedad que representan. Pidamos al Señor en este día, la capacidad de aprender a acoger con fe los desafíos y las nuevas experiencias que la vida nos presenta, pero muy especialmente, a reconocer su presencia en ellas.
Reflexionemos:
¿Cómo acogemos las nuevas experiencias y los desafíos que llegan a nuestra vida?, ¿reconocemos la presencia de Dios en los momentos difíciles por los que pasamos a diario?
Oremos:
Ayúdanos, Señor, a acoger con fe las experiencias que llegan a nuestra vida y nos implican pasar a la otra orilla de nuestras seguridades o comodidades. Que pese a la tormenta que el coronavirus ha desatado en nuestra existencia, podamos reconocer tu presencia que nos fortalece. Amén.
Recordemos:
Jesús siempre sale a nuestro encuentro, aún en los momentos más difíciles de nuestra existencia.
Actuemos:
Confiemos al Señor, en este día, los temores y desafíos que la realidad actual despierta en cada uno de nosotros y nuestros seres queridos.
Profundicemos:
Las crisis llegan a nuestra vida como una valiosa oportunidad para sacar lo mejor de nosotros mismos y superarnos. Saberlas vivir con fe y con espíritu resiliente nos ayudará a hacer de ellas un medio para aprender a avanzar en medio de las dificultades (Libro: Más allá del límite. Cómo avanzar en medio de las dificultades que sacuden y cambian el curso de la vida).