“María sacó una libra de perfume de nardo genuino de gran precio y le ungió con él los pies a Jesús” (Jn 12, 3)
En este Lunes Santo el evangelio nos lleva a Betania, a la casa de Lázaro y sus hermanas Marta y María, grandes amigos de Jesús. Mientras Marta servía la mesa, su hermana María unge los pies de Jesús con un perfume de nardo genuino de gran valor. Gesto que hiere las susceptibilidades de Judas Iscariote, pero que lleva a Jesús a explicar el valor simbólico de su sepultura: “Déjala. Está bien que lo haya guardado para el día de mi sepultura; pues a los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán”. Con este gesto María, pone a los pies de Jesús lo más valioso que tiene, no teme invertir en él, todo lo que posee. María no guarda para sí, el suave aroma de su perfume sino que lo pone al alcance de todos. Pidamos al Señor, en este día, que como María podamos entregarle lo más valioso que tenemos y ponerlo al alcance de los demás. Que nuestra vida esparza con nuestros pensamientos, palabras y acciones, el suave aroma de Cristo.
Actitud: Entrega.
Reflexionemos:
¿Somos capaces de ofrecer a Jesús como María lo más valioso que tenemos?, ¿compartimos gratuitamente aquello que tenemos con los demás?
Oremos:
Nos ponemos a tus pies, Señor, para ofrecerte el perfume de nuestra vida y todo lo que a través de ella, podemos comunicar a los demás. Ayúdanos como María, a entregar lo mejor que tenemos a cada momento. Amén.
Recordemos:
Lo mejor que podemos entregar a Jesús es el don de la propia vida.
Actuemos:
Pongamos hoy a los pies de Jesús, lo más valioso que tenemos y queremos ofrecerle.
Profundicemos:
La Semana Santa nos invita a unir nuestra vida más a Jesús, a través de los diferentes signos presentes en sus celebraciones como el de la unción en Betania (Libro: Cómo vivir la Cuaresma y la Semana Santa).
