“Saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues, ¿cómo no saben interpretar el tiempo presente”
(Lc 12, 54-59)
Conocer las dinámicas de la naturaleza y sus cambios es parte de la sabiduría, que en el caso de los agricultores les es favorable para su cultivo y la promesa de la cosecha que aguarda. Si está dinámica es posible distinguirla como no es posible interpretar ciertas prácticas de la dinámica humana que resultan casi siempre habituales.
La pregunta de Jesús a la multitud: “¿cómo no saben juzgar ustedes mismos lo que es justo? Interpela por la medida de la justicia colocada en la dimensión de las relaciones con los demás, sobre todo cuando estas relaciones se han visto afectadas o fracturadas y se debe asumir el acuerdo de lo que verdaderamente es justo, por tanto, saber interpretar en este sentido los signos significa sobre todo tener la sensatez del equilibrio de la justa medida en la balanza para leerlos y aplicarlos a nuestra vida. Una de las dinámicas pastorales que permea otros movimientos pastorales tiene que ver precisamente con la posibilidad de interpretar los signos de los tiempos, es decir, las dinámicas y realidades humanas que hoy vivimos que dicen a nuestras formas de vivir la fe y como ellas se actualizan y encarnan en nuevos dinamismos que permiten vislumbrar la novedad del mensaje de Jesús.
Reflexionemos: En la dinámica de la vida humana entender los signos y los acontecimientos que suceden a mi alrededor, si bien pueden implicar el dinamismo de la búsqueda del conocimiento y la verdad siempre serán un hecho posible. Sin embargo, entrar en el dinamismo de mi propia condición, de los signos de mi humanidad existencial e interpretarlos no siempre es posible, porque el conocimiento de uno mismo y de la existencia en sí no es sólo conocimiento sino experiencia que se mueve en diversas dinámicas de acuerdo a las realidades y circunstancias, si bien estas enriquecen la vida no siempre pueden resultar predecibles a la condición humana.
Oremos: Jesús Maestro, Camino, Verdad y Vida, concédeme la luz de tu Espíritu para entender los Signos de los Tiempos que rodean mi vida. Haz que, a través de ellos, descubra el poder de la esperanza y del amor. Amén.
Actuemos: ¿Se interpretar los signos que me rodean y acontecen en mi alrededor y los leo o interpretó desde la mirada esperanzadora de Jesús en mi vida?
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