“Esfuércense en entrar por la puerta estrecha” (Lc 13, 24)
En el evangelio de este día, Jesús nos recuerda que el seguimiento trae consigo ciertas exigencias que implican aprender a desacomodarnos y entrar por la puerta estrecha. Puerta que nos pone en un dinamismo de desapego interior y nos lleva a poner todo aquello que somos y tenemos al servicio de los demás, y a dar un lugar central en nuestra existencia a los valores del Reino. Seguir a Jesús, implica entonces arriesgarnos a ser diferentes, a esforzarnos por ser personas de paz y reconciliación, a poner en primer lugar las necesidades de los demás y hacer de nuestra vida un don para los otros, como Jesús. Pidamos al Señor, en este día la capacidad de aprender a salir cada vez más de nuestros intereses, egoísmos y reconocer en todo lo bueno que podemos hacer a favor de los demás, una valiosa oportunidad de crecimiento.
Reflexionemos:
¿Somos generosos y serviciales con quienes están a nuestro lado?, ¿cómo podemos compartir mucho más nuestros dones y capacidades?
Oremos:
Enséñanos, Señor, a reconocer la importancia de aprender a salir cada vez más de nosotros mismos para ir al encuentro de quienes nos rodean. Amén.
Recordemos:
Seguir a Jesús implica ante todo aprender a compartir lo que somos y tenemos con los demás.
Actuemos:
Aprovechemos esta jornada para revisar nuestra vida y mirar que tan generosos y solidarios somos con los demás.
Profundicemos:
La vida familiar constituye el primer lugar en el que estamos llamados a salir al encuentro de las necesidades de quienes nos rodean (E-book: Creciendo en familia).