26 de enero

“La medida que usen la usarán con ustedes”

(Mc 4, 24)

 

Permitamos que la Palabra de Dios toque nuestra vida

Como seres humanos hemos recibido de Dios grandes capacidades que podemos colocar al servicio de quienes nos rodean. Sin embargo, muchas veces, por temor, por comodidad o por egoísmo, los reservamos solo para nosotros mismos. Situación que Jesús invita a superar en el evangelio de este día, a través del ejemplo del candil que en lugar de meterse debajo de la cama y esconder su luz, debe ponerse al alcance de todos. Así mismo, está llamada a ser nuestra vida, una luz abierta para iluminar a los demás por más pequeñas que creamos que sean nuestras capacidades o posibilidades. Pidamos al Señor en este día, la gracia de abrirnos siempre a compartir todo aquello que somos, tenemos, buscamos y queremos con quienes nos rodean, con la certeza que en la medida que compartamos, también recibimos de los demás aquello que tienen para darnos.

 

Reflexionemos: ¿Compartimos con los demás las capacidades que tenemos?, ¿cómo podemos hacer de nuestra vida luz en las realidades de sufrimiento de nuestros hermanos?

 

Oremos: Danos, la gracia, Señor, de aprender a compartir cada día con sencillez y alegría, aquello que somos y tenemos con quienes nos rodean. Amén. 

 

Recordemos: Siempre tenemos algo para dar y compartir con los demás.

 

Actuemos: Aprovechemos este día para poner en común nuestras capacidades en familia o en nuestros ambientes de estudio o de trabajo.

 

Profundicemos:

La amistad nos hace personas libres para amar y compartir (Libro: Un corazón libre para amar).

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