Escucha La Palabra de Dios para cada día
Primera Lectura
Lectura del libro de Jeremías 20, 10-13
Oía yo a la gente difamar y sembrar el pavor en torno mío. “Denúncienlo –decían–, vamos a acusarlo”. Me acechaban todos mis amigos, para ver si daba un paso en falso. “A ver si lo convencemos y lo dominamos, y nos vengamos de él”. Pero conmigo está el Señor, indomable guerrero. Los que me persiguen serán quienes tropiecen y fracasen. Sentirán la confusión de su fracaso, los cubrirá la ignominia que no desaparece ni se olvida. Señor Omnipotente, que disciernes lo justo y conoces la intimidad del corazón, yo he de ver cómo me haces justicia pues a ti encomendé mi causa. Así pues, canten al Señor, entonen su alabanza, porque Él libra al desvalido de las garras del malvado.
L: Palabra de Dios
T: Te alabamos, Señor
Salmo responsorial 68, 9-10. 14. 33-34
R. Señor, que me escuche tu gran bondad.
Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre. Porque me devora el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí / R.
Pero mi oración se dirige a ti, Señor, el día de tu favor; que me escuche tu gran bondad, que tu fidelidad me ayude. Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí / R.
Mírenlo, los humildes, y alégrense, busquen al Señor, y revivirá su corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. Alábenlo el cielo y la tierra, las aguas y cuanto bulle en ellas / R.
Segunda Lectura
Lectura de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 12-15
Hermanos: Por culpa de un solo hombre entró el pecado al mundo y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Porque antes de la ley ya estaba el pecado en el mundo, aunque es cierto que, cuando no hay ley, no existe pecado formal. El hecho es que la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no cometieron un pecado formal semejante al de Adán. Al fin y al cabo, él era solo una figura del hombre que había de venir. Y es que no se puede comparar el pecado con la gracia. Porque si por el pecado de un solo hombre murió toda una multitud, por obra de ese otro hombre único, Jesucristo, la gracia y la generosidad de Dios se han desbordado sobre todos.
L: Palabra de Dios
T: Te alabamos, Señor
Aclamación antes del Evangelio (Jn 15, 26b. 27a)
“El Espíritu de la verdad dará testimonio de mí –dice el Señor–. Y también ustedes deben dar testimonio”.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 26-33
“No les tengan miedo a los que matan el cuerpo”
Al enviar a sus apóstoles, les dijo Jesús: “No tengan miedo a los perseguidores, pues nada hay tan oculto que no llegue a descubrirse, ni nada tan secreto que no llegue a saberse. Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo a plena luz; lo que escuchan al oído, pregónenlo desde las terrazas. No les tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman en cambio al que puede condenar alma y cuerpo al fuego del infierno. Un par de gorriones no vale mayor cosa. Y sin embargo ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga su Padre. Pero respecto de ustedes Él sabe incluso cuántos pelos tienen en la cabeza. No teman, pues. Ustedes valen más que todos los gorriones. Si uno se declara a favor mío delante de los hombres, yo me declararé a favor de él delante de mi Padre que está en el cielo. Pero si uno me niega delante de los hombres, también yo lo negaré delante de mi Padre que está en el cielo”.
S: Palabra del Señor
T: Gloria a ti, Señor Jesús