“¿Quién dice la gente que soy yo?” (Lc 9, 18)
El evangelio de este día nos lleva de nuevo a preguntarnos por la identidad de Jesús. Esta vez no tanto, por lo que otros dicen de él, sino por lo que él mismo representa para nosotros: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Quizás como los discípulos nosotros hemos escuchado en muchas ocasiones hablar sobre Jesús, pero quizás no hemos tenido la oportunidad de encontrarnos verdaderamente con él y reconocer lo que su vida y sus enseñanzas representan para nosotros. Aprovechemos esta jornada para vivir este encuentro, hablar a solas con Jesús, compartirle de cerca nuestras necesidades, luchas, sueños, dificultades y el profundo anhelo de conocerlo mejor. Que como Pedro podamos también expresar por nosotros mismos: tú eres “El Mesías de Dios”, quien da sentido nuevo a todo lo que somos, tenemos y buscamos.
Reflexionemos:
¿Quién es Jesús para nosotros?, ¿cómo podemos alimentar mucho más nuestra amistad con él?
Oremos:
Danos, la gracia, Señor, de encontrarnos contigo, descubrir quién eres y todo lo bueno que quieres traer a nuestra existencia. Abre nuestro corazón a tu Palabra, para conocer de cerca tus enseñanzas. Amén.
Recordemos:
Jesús nos invita cada día a cultivar una relación de amor y amistad con él.
Actuemos:
Reservemos un espacio de nuestra jornada para encontrarnos a solas con Jesús y expresarle nuestro gran deseo de conocerlo mejor, y unir nuestra vida más a él.
Profundicemos:
El mejor lugar para conocer y aprender a escuchar a Jesús es en su Palabra cotidiana (Libro: Misal Popular).
