
En el evangelio de hoy Jesús cuestiona a la gente que lo escucha, una comunidad de labradores y pescadores porque saben interpretar los tiempos climáticos que sucederán, pero no saben descifrar el tiempo presente…. En el fondo Jesús coloca de relieve como interpretan algo que va a suceder, pero ¿cómo es posible que no sepan interpretar lo que está sucediendo? Y continúa Jesús con las preguntas: ¿Cómo saben juzgar ustedes mismos lo que es justo? Recuerden que en días pasados el evangelio nos colocaba la parábola de una viuda que reclamaba del juez justicia. Y Miren lo que dice hoy Jesús: “Mientras vas con tu adversario al magistrado has lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él”. Jesús da de nuevo una instrucción: “mientras vas de camino”. Es que todo sucede en el camino de la vida. No nos damos cuenta de los signos de una sociedad que camina en conflicto consigo misma y con los demás, nos cuesta a veces resolver nuestros propios problemas. Así Jesús toca hoy nuestra vida y dice miren, abran los ojos a una realidad muy cercana a ustedes y lleguen a acuerdos, a consensos, permitan un diálogo constructivo en la justicia y la paz. Sucede que algunas personas y pueblos enteros son muy resilientes, salen adelante de las dificultades trabajando juntos en la resolución de conflictos mientras caminan juntos en la vida, pero a otros les cuesta mucho dar este paso.
La palabra "acuerdo" se forma del latín accordare. ¿Qué pasa cuando definitivamente no nos ponemos de acuerdo en algo, cuando cada quien tira para su lado?; posiblemente estamos faltando al respeto por las ideas y las opiniones de los demás. Es necesario aprender a ceder en algo para lograr soluciones. Es mejor ponerse de acuerdo. Complementamos esta reflexión con un cuestionamiento a los signos latentes de un planeta que necesita acuerdos responsables para cuidar los recursos que tenemos. De la Encíclica Laudato si’, numeral 59: “Al mismo tiempo, crece una ecología superficial o aparente que consolida un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad. Como suele suceder en épocas de profundas crisis, que requieren decisiones valientes, tenemos la tentación de pensar que lo que está ocurriendo no es cierto. Si miramos la superficie, más allá de algunos signos visibles de contaminación y de degradación, parece que las cosas no fueran tan graves y que el planeta podría persistir por mucho tiempo en las actuales condiciones. Este comportamiento evasivo nos sirve para seguir con nuestros estilos de vida, de producción y de consumo. Es el modo como el ser humano se las arregla para alimentar todos los vicios autodestructivos: intentando no verlos, luchando para no reconocerlos, postergando las decisiones importantes, actuando como si nada ocurriera”.
Oh san Antonio María Claret, pastor y misionero, por tu fervor y celo por las almas, intercede por nosotros. Ayúdanos a encontrar en la Palabra de Dios nuestro sendero, y a seguir tu ejemplo de amor y misión. Ruega por nosotros para que nuestra fe se renueve y seamos apóstoles ardientes de Cristo. Amén.
Tomemos conciencia de la necesidad de interpretar el tiempo presente. Llega en este día a un acuerdo responsable con la persona indicada.
“Yo apacentaré mis ovejas y les daré reposo”.


